Atunlo muere en la orilla: el rechazo de los acreedores tumba su plan de futuro

La pesquera no logra las adhesiones suficientes a su propuesta de convenio | Fue la mayor comercializadora de túnidos de España

Instalaciones de Atunlo en Beiramar (Vigo).

Instalaciones de Atunlo en Beiramar (Vigo). / Alba Villar

Lara Graña

Lara Graña

Vigo

Era complicado. Casi imposible. Pero entre algunos acreedores, y en la propia dirección del grupo, existía la esperanza de conseguirlo. De lograr que al menos el 65% de los acreedores --créditos ordinarios-- diese su visto bueno a una propuesta de convenio que implicaba, en palabras de la propia pesquera, un «sacrificio importantísimo». Atunes y Lomos (Atunlo), que hasta el ejercicio 2023 fue la mayor comercializadora de túnidos de España, dirá adiós.

Según fuentes de toda solvencia partícipes de las negociaciones, el porcentaje de adhesiones se ha quedado en el 61%, por debajo de lo establecido en la ley concursal. Porque Atunlo planteó una quita del 70% en la deuda y un plan de pagos a ocho años vista, de modo que los requisitos para la aprobación de su plan de resurrección eran más duros. Este jueves era el último día, tras cuatro prórrogas autorizadas por el juzgado, para obrar el milagro. «Van a comunicar al juzgado que no llegan», constata otra fuente de alto nivel.

FARO ha intentado contactar con la compañía, sin éxito.

Hay dos elementos que han anclado las posiciones de aquellos acreedores que rechazan la propuesta. En primera instancia, la desconfianza respecto al plan de viabilidad, que en este grupo se califica de «demasiado ambicioso» —proyecta ingresos de más de 111 millones de euros en 2025— y que no incluye refuerzo de capital a cargo de accionistas. En segundo lugar, el recelo hacia la dirección de Atunlo, por más que la propuesta incluya el nombramiento de un CEO externo e independiente con la misión de hacer cumplir todos los objetivos.

La pesquera pagaría algo más de 38 millones a sus acreedores hasta 2034; la administración concursal ha calculado en más de 33 los millones que podría ingresar con la venta por piezas de lo que queda de la compañía.

Atunlo ha cifrado en cerca de 300 los empleos que estaban en riesgo de cara a lograr adhesiones a su propuesta de convenio. El principal centro de actividad está ahora en Cambados, donde el grupo trabaja con atún para consumo humano directo, ya que la planta de O Grove fue prácticamente laminada tras el cierre del segmento de lomos de atún precocidos para la conserva. La de Santoña está cerrada y ha perdido también la de Cabo Verde, donde llegaó a contar con una plantilla de medio millar de personas.

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