Magna Seating y el comité de empresa acuerdan reducir el ERE a 31 personas
Los trabajadores ratificaron el acuerdo tras las negociaciones con la firma y habrá 16 salidas forzosas, ofreciendo apoyo para su recolocación

Exterior de la planta Magna Seating Vigo, situada en O Porriño. / Marta G. Brea

La asamblea de trabajadores del proveedor de automoción Magna Seating Vigo ratificó el acuerdo alcanzado con la dirección para aplicar el expediente de regulación de empleo (ERE) anunciado al comité de empresa a finales de enero. Finalmente, en lugar de 35 personas, el número de afectados en la factoría situada en O Porriño será de 31 trabajadores, de los que 16 consistirán en salidas forzosas.
Con esta medida, la planta se quedará con poco más de 400 trabajadores. Allí fabrican las armaduras de los asientos para las furgonetas K9 de Stellantis Vigo, el gran contrato que le queda al proveedor tras no conseguir en su momento entrar en el proyecto del P24, el actual Peugeot 2008, y fue descartado ya para el P1X, el futuro modelo que se ensamblará en la fábrica de Balaídos en base a la plataforma industrial STLA Small.
Con esta situación, la empresa aspiraba a reducir una «sobredimensión» actual de la plantilla con esta medida de ajuste, un ERE que en un principio estaba previsto para 35 personas. Tras las negociaciones entre el comité y la dirección la cifra bajó en cuatro personas afectadas, con una indemnización del 100% de un despido improcedente. Para los mayores de 59 años que quieran salir habrá una indemnización pactada junto con el convenio especial de la Seguridad Social hasta la jubilación. Estos días están comunicando a las personas que tienen que abandonar el trabajo.
A mayores, habrá hasta 12 movilidades funcionales internas y la empresa prestará apoyo a la recolocación de las personas despedidas, atendiendo también a posibles vacantes en empresas del grupo, si bien la dirección no pudo especificar número ni localización.
Magna Seating Vigo, antigua Viza, cuenta ahora mismo con una alta carga de trabajo para las K9, cuya extensión de vida útil hasta finales de década (por lo menos) ayudará a la empresa a mantener una carga de trabajo, a priori, estable.
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