Trump golpea al vino gallego en su gran mercado exterior con la amenaza de aranceles del 200%

Una veintena de bodegas de las Rías Baixas confirmó ya su participación en un viaje para promocionar sus marcas en EE UU el próximo junio. No van a ninguna feria colectiva. Son presentaciones en salones de vino organizadas íntegramente por el propio consejo regulador. El país se ha convertido en el principal destino exterior de los caldos de la comunidad tras una intensísima labor comercial. «No es que se hicieran esfuerzos, es que se siguen haciendo todavía. Llevamos muchos años trabajando ese mercado», asegura Ramón Huidobro, secretario del Consejo Regulador de D. O. Rías Baixas. «Fíjese —remarca— en el interés que las empresas tienen en él».

Tanto, que a los responsables de la principal denominación de origen de vinos en Galicia por volumen de ventas y cuarta en el conjunto del Estado les cuesta imaginar el abismo al que les aboca el nuevo presidente del país con su guerra arancelaria. Donald Trump amenazó ayer con imponer «en breve» un arancel del 200% «a todos los vinos, champanes y productos alcohólicos que salgan de Francia y otros países representados por la UE» si Bruselas no retira «de inmediato» el gravamen del 50% sobre el whisky estadounidense que anunció en su batería de medidas para contrarrestar las anteriores embestidas comerciales de la administración estadounidense. Con el habitual tono bravucón y a través de su red social, el mandatario acusó a la Comisión Europea de ser «una de las autoridades fiscales y arancelarias más abusivas del mundo», creada «con el único propósito de aprovecharse de los EE UU».

Aranceles

La sombra de los aranceles merodeaba al vino gallego desde el regreso de Trump al poder y su promesa de dar un puñetazo al comercio internacional. «Preocupación y expectación hasta ver qué pasa», valora Ramón Huidobro. La D. O. Rías Baixas confía en que todo se quede en nada. «Que vuelva a ser otra vez un brindis al sol, una amenaza», señala su secretario, en referencia a anteriores intentos de intimidación por parte del presidente de EE UU. «Hay inquietud y angustia —continúa—, la preocupación por saber qué es lo que va a pasar con tu mejor mercado».

En el caso de las bodegas de las Rías Baixas, de los 8,2 millones de litros exportados a lo largo del pasado año, EE UU concentró el 34%, unos 2,8 millones. La cuota del mercado estadounidense en las ventas exteriores de todos los vinos de la comunidad rozó el 25% en 2024: cerca de 3 millones de litros. El negocio alcanzó los 21,4 millones de euros, cifra récord tras un alza del 15,3% respecto a 2023, según el último balance publicado por la Secretaría de Estado de Comercio.

Los importadores norteamericanos de vinos de Galicia «están con el freno puesto hasta ver qué pasa», apunta Huidobro. Las compras se hacen directamente a las bodegas «con unas expectativas determinadas de negocio en el mercado americano». «Si tú tienes una idea de ventas allí a unos precios determinados y a mitad del camino te cambian el paso aplicando un arancel del 200%, generas un problema», explica. Parece complicado para los intermediarios poder asumir un graven de semejante nivel o repercutirlo en el coste final para el consumidor, «el principal perjudicado», subraya Ramón Huidobro. Tiene claro el efecto si la tasa del 200% se materializa: «Condena a un producto a no entrar en ese mercado».

Ese es exactamente el mensaje lanzado ayer por la Federación Española del Vino. «Es absolutamente necesario que la Unión Europea y el Gobierno de Estados Unidos se pongan a negociar cuanto antes porque no puede ser que por motivo de otros productos, el vino y otros productos sean objeto de represalias comerciales y menos con unos aranceles del 200% que, de manera clara y efectiva sacarían a los vinos españoles y europeos del mercado de Estados Unidos», aseguró su director general», José Luis Benítez. El volumen de ventas del sector en EE UU acaricia los 400 millones de euros.

«No nos gustan los aranceles porque creemos que son impuestos y que son perjudiciales para las empresas y los consumidores», insistió la presidenta de la Comisión Europea ayer en una rueda de prensa tras la cumbre UE-Sudáfrica. «Siempre hemos dicho que, al mismo tiempo, defenderemos nuestros intereses. Lo hemos dicho y demostrado», advirtió Ursula von der Leyen, que también quiso recalcar «que estamos abiertos a negociar».

La UE responde a Trump con aranceles por valor de 26.000 millones de euros a productos de EEUU

«Este no es un buen camino», lamentó también el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación. «Que los productos agroalimentarios sean objeto de una batalla comercial es muy malo», reiteró Luis Planas. Espera que el anuncio de Trump no pase a «los hechos, que son lo importante», y afirmó que las autoridades comunitarias mantendrán la «serenidad, pero también la firmeza».

El aviso de Trump da pie a que EE UU también grave la importación de cerveza española. «Nos preocupa. Los aranceles no benefician a nadie y lo único que hacen es empobrecer a un país y al consumidor, porque al final quien lo paga es el consumidor», aseveró el director general de Cerveceros de España, Jacobo Olalla. No es un destino prioritario ahora mismo de las exportaciones españolas del sector —la partida de Galicia fue de solo 721.000 euros en 2024—, pero sí está considerada una zona de expansión en colaboración con el Icex.