La mitad de todas las pymes gallegas factura menos de 50.000 euros al año

La irrupción de la pandemia sacó a la luz hasta qué punto el ADN de la economía de un territorio puede agravar o contener una crisis sin precedentes en causas y tiempo. Un único enemigo, el diminuto y letal COVID-19, en un mismo país, España, provocó un terremoto de diferente intensidad en cada autonomía. El Producto Interior Bruto (PIB) estatal mermó el 10,9% en 2020. En Baleares y Canarias, paradigmas del turismo —y de los efectos por las restricciones a la interacción social— se desplomó el 22,7% y el 18,8%, respectivamente. La caída en Galicia fue del 8,9%, amortiguada por la menor exposición a los visitantes extranjeros, la resiliencia de la automoción y el mayor peso de la industria alimentaria. Recuperados ya los niveles precoronavirus, la comunidad acumula once trimestres consecutivos creciendo por debajo de la tasa nacional y es una de las pocas zonas que todavía no superó el récord de empleo de 2008.

Además del eterno problema del invierno demográfico, a Galicia le falta fuelle para aprovechar los periodos de expansión. Los diferentes diagnósticos de la Xunta apuntan hacia una misma dirección. «El tejido empresarial gallego se caracteriza por su reducido tamaño, lo que redunda en la dificultad para afrontar los retos de la internacionalización y la transformación tecnológica-digital», remarca el Plan Estratéxico 2022-2030.

El motor relevó al ladrillo a la cabeza de la producción en Galicia en la pandemia

Está en juego la competitividad de la economía regional, «que deberá coger el tren de la digitalización, la industria 4.0 y ahondar en su encaje en las cadenas de valor internacionales si no quiere quedar desfasada», añade el documento, donde expresamente se habla de «ganar tamaño» entre las pymes para poder «innovar y contar con músculo financiero para emprender nuevos retos».

Prácticamente una de cada dos pymes asentadas en la comunidad carece de plantilla. Había operativos 126.915 negocios en 2023, según los datos que acaba de publicar la Agencia Tributaria a partir del análisis de las declaraciones del Impuesto sobre Sociedades (57.397 pymes societarias) y el Impuesto sobre la Renta de las personas físicas (69.518 pymes no societarias). El censo aumentó en algo más de 650 por el tirón en el grupo de empresas constituidas como tal. Entre ambos tipos, la facturación alcanzó los 31.400 millones de euros, un 4,1% más que el ejercicio anterior. Esas 127.000 empresas juntas se quedan a 5.000 millones del balance del grupo Inditex ese ejercicio. El beneficio engordó el 19%, hasta 1.974 millones.

El 23% de las pymes gallegas (29.400) cosechó una cifra de negocio inferior a los 10.000 euros en 2023. El 27% (34.000) obtuvo entre 10.000 y 50.000 euros. En la franja de los 50.000 a los 100.000 euros están un 12%; y otro 12% se movió entre los 100.000 y los 200.000 euros. El 6,1% de las pequeñas y medianas empresas gallegas llegó como mucho a los 300.000 euros; el 8,3% a los 600.000; y el 10% (13.000) superó los 600.000 euros en ventas.

Existen grandes diferencias entre el grupo de pymes societarias y los negocios declarados por una persona. En el primer caso, tenían de media 3,79 asalariados en 2023; una cifra de negocio de 448.800 euros; y 23.319 euros de resultado. Las societarias concentran el 82% de la facturación total de las pymes gallegas y el 68% del beneficio. Las que no son societarias cuentan con 1,17 trabajadores de media, 81.297 euros en ventas y las ganancias se situaron en solo 9.141 euros.

En todo el país hay alrededor de 1,9 millones de pymes, que en 2023 aglutinaron un negocio de 523.000 millones de euros y un beneficio de 37.700 millones. La media de facturación en las societarias escala a cerca de 472.000 euros y 86.000 en las no societarias.

Cifras de negocio

El comercio mayorista lidera la cifra de negocio de las pymes gallegas. Sumaron 5.318 millones de euros a o largo de 2023, según la Agencia Tributaria. A continuación están los negocio de venta minorista de productos industriales, con 4.300 millones; la construcción (4.017 millones), que es la actividad con más pymes (21.500); bares y restaurantes (2.033 millones); las firmas dedicadas a dar servicios a otras empresas (1.795 millones); el transporte terrestre (1.592 millones); el comercio al por menor de alimentos y bebidas (1.086 millones); y las reparaciones (1.008 millones).

Destacaron también los pequeños y medianos fabricantes de productos metálicos (913 millones); actividades agrícolas y ganaderas rondaron los 785 millones; 612 millones las industrias alimentarias y bebidas (sin contar la parte de forrajes, vinos, agua y cerveza, que facturaron 280 millones); la ganadería independiente se quedó en 600 millones; auxiliares financieros e inmobiliarias reunieron 531 millones; unos 530 millones la industria de la madera, el corcho y los muebles; y 519 millones los servicios de hospedaje.

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