Los trabajadores gallegos que rechazan un empleo por su «insuficiente salario» se reducen a la mitad en dos años

El porcentaje de candidatos que descartan las vacantes de las empresas por motivos económicos cae del 30% al 15% entre 2022 y 2024, al calor de las alzas firmadas en los nuevos convenios laborales y la menor inflación

Una camarera sirve las consumiciones de sus clientes en una terraza de Vigo.

Una camarera sirve las consumiciones de sus clientes en una terraza de Vigo. / Alba Villar

Vigo

La realidad de la escasez profesional es aplastante y evidente desde 2022 —cuando el Instituto Galego de Estatística (IGE) publicó por primera vez la Enquisa sobre vacantes nas empresas galegas— y aún perdura; los puestos sin cubrir solo han descendido un ínfimo 0,6% en dos años hasta los 12.728 de 2024. Sin embargo, el rechazo hacia los empleos que no se ajustan a las expectativas económicas de los candidatos sí se ha reducido de manera importante, al calor de las alzas salariales pactadas en los últimos convenios y la moderación de los precios.

El porcentaje de trabajadores que en el cuarto trimestre del año pasado se negaron a aceptar una oferta al no considerar adecuadas sus condiciones económicas ha disminuido hasta el 15,5%. Era del 20,2% en el mismo periodo de 2023 y del 30,4% en 2022, prácticamente el doble. El sueldo ha dejado de ser una de las principales causas por la que las compañías asentadas en Galicia no son capaces de llenar los huecos que tienen en sus distintos departamentos, estando por encima otros motivos como el bajo número de perfiles con titulaciones relacionadas con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (el 21,1%) o que los aspirantes no consideran idóneas otras circunstancias de la ocupación a la que se presentan con sus currículums (el 22,5%). Entre ellas podrían estar el horario o la ausencia de teletrabajo, por ejemplo, cuestiones estrechamente ligadas a la conciliación familiar.

La importante reducción de la cantidad de candidatos que descartan un puesto libre por razones económicas se produce en un contexto de recuperación de poder adquisitivo por parte de los trabajadores gallegos, que vieron mermar su capacidad de pago a raíz de la escalada inflacionista postpandemia. En 2021, 2022 y 2023, los precios se incrementaron en la comunidad autónoma un 3,5%, un 9% y un 3,6%, mientras que las alzas salariales recogidas en los convenios firmados esos años fueron del 1,76%, el 3,94% y el 3,57%. No fue hasta el pasado 2024 cuando las alzas salariales se situaron por encima de la subida del IPC; con un aumento del 3,3% respectivamente frente al 2,95% que subieron los precios.

Este último ejercicio, de hecho, Galicia se situó como la cuarta autonomía que registró un mayor aumento de los sueldos en sus convenios, solo por detrás de País Vasco (3,7%), la Comunidad Foral de Navarra (3,5%) y la Comunidad de Madrid (3,5%). La subida fue además la mayor del noroeste español, por delante de Cantabria (3,2%), Asturias (2,8%) y Castilla y León (2,8%), y superó la de otras grandes CCAA como Andalucía (2,9%), Cataluña (2,8%) o Comunidad Valenciana (2,8%). Se firmaron 260 convenios que afectaron a 63.054 empresas y 361.633 trabajadores gallegos.

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