El naval vigués recupera el liderato nacional: anota su mayor actividad en seis años

Copa más del 40% del total, por encima de Asturias y Euskadi, de mano de Armón, Freire y Nodosa

Está tres veces por debajo de los volúmenes previos a la crisis del "tax lease"

Oceanográfico "Anna Weber-Van Bosse".

Oceanográfico "Anna Weber-Van Bosse". / Nioz

Lara Graña

Lara Graña

Vigo

Tres son los principales grupos que dan gasolina a la industria gallega de construcción naval en el segmento de nuevas construcciones: Armón, Freire Shipyard y Nodosa. Los informes sectoriales que elabora la Secretaría de Estado de Industria, eso sí, no incluyen en sus barómetros a otras empresas que también contribuyen al sector, como es el caso de Aister o Rodman Polyships. Pero es ese tridente de Vigo y Marín el que ha capeado todo tipo de tempestades —tax lease, pandemia, incremento de costes operativos y financieros—, resistido en un endemoniado contexto de máxima competencia mundial y que ha devuelto a Galicia, a la postre, al número uno de España en niveles de actividad. Un puesto del que no presumía desde el año 2021, cuando la desaparecida Hijos de J. Barreras dejó marchar al minicrucero Evrima y Metalships formalizó la entrega del velero de lujo Sea Cloud Spirit.

El liderazgo se ha conseguido en 2024 con el 41% de toda la actividad ponderada a nivel nacional, un indicador que se expresa en toneladas CGT —arqueo bruto compensado o compensated gross tonnage— y que computa el número de botaduras, puestas de quilla y entregas de buques, hitos que reflejan precisamente el nivel de dinamismo de este sector.

Estos registros no tienen en cuenta la asignación de pedidos posteriores y de enorme relevancia, además, como la unidad 100% eléctrica para eólica offshore de Armón o las patrulleras de vigilancia (tipo OPV, offshore patrol vessels) de Cardama para el Gobierno de Uruguay. Así que en el cómputo de Industria constan 22 barcos en la cartera de pedidos del naval privado gallego, entre los que figuran dos contratos del astillero ferrolano Blascar. En la nómina de nuevos contratos constan cuatro de Armón Vigo (el oceanográfico para Irlanda del Norte, el pesquero para Conarpesa y los dos mutipropósito para la Armada de Suecia), dos de su filial Astilleros Ría de Vigo (el ferri para la Polinesia Francesa y un buque de investigación para Islandia), tres de Freire (el buque para Greenpeace y firmado con la fundación Stichting Varuna, un oceanográfico para Arabia Saudí y una embarcación de apoyo a buceadores para la Armada); los dos últimos son pedidos puestos en vigor por el mencionado astillero de A Graña.

Oceanográfico de Freire para Arabia Saudí

Oceanográfico de Freire para Arabia Saudí / Kaust

En suma, a lo largo del pasado ejercicio el naval gallego completó seis entregas, como las del imponente Odón de Buen, el David Packard de la Monterey Bay Aquarium Research Institute (MBARI) o la dupla de arrastreros congeladores de proa tipo invertida Argos Berbés y Prion. Contribuyeron de forma decisiva para alcanzar ese 41% de toda la actividad ponderada de España, por encima del 34% de Asturias y el 26% de Euskadi. El porcentaje gallego se alcanzó con un equivalente de 49.733 CGT —entre puestas de quilla, botaduras y las entregas—, el más elevado desde el mismo periodo de 2019. Fue el último año en el que respiró —con asistencia y solo hasta la primera semana de julio— la histórica Factorías Vulcano. Su sucesora, Astilleros San Enrique, no le ha dado reemplazo hasta la fecha con la firma de nuevos pedidos y se expone ya a la pérdida de la concesión portuaria.

Volumen de actividad

Ahora bien, estos registros de actividad ponderada o de cartera de pedidos en ningún caso habrían permitido a Galicia el liderazgo antes de la crisis del tax lease, cuando los volúmenes de actividad eran más de tres veces superiores. El naval gallego cerró en 2008, por ejemplo, con una actividad ponderada de más de 172.000 CGT, con seis entregas firmadas por Factoría Naval de Marín, tres de Factorías Vulcano o una puesta de quilla a cargo de MCíes; este último astillero ya no fue capaz de rematar los oceanográficos Ramón Margalef y Ángeles Alvariño, que había firmado ese mismo año.

Una atarazana más, como las dos anteriores, que pasaría de los barcos a las espinas. Con Balenciaga ahora en sus estertores, del listado de empresas que figuran en los balances de actividad previos a la crisis del viejo tax lease han desaparecido también otros grupos como Construcciones Navales del Norte (La Naval de Sestao), Astilleros de Sevilla, Naval Gijón o Unión Naval de Valencia. De ahí que la industria, con ser referente global, es hoy una de las matrioshkas pequeñas de lo que fue antaño. Si la actividad ponderada en España fue en 2008 de 290.000 CGT, se ha quedado en las 123.000.

Las claves

  • Tres grupos: el grueso de la actividad en Galicia corresponde casi en exclusiva a tres grupos: Armón, Freire y Nodosa.
  • Adelgazamiento: se ha producido en toda España con la desaparición de Factorías Vulcano, La Naval de Sestao o Naval Gijón.

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