El auto gallego «interviene» Cablerías y salva toda su producción del colapso
La administración concursal llega a un acuerdo excepcional con cinco de los principales proveedores de Stellantis y evita su parón
Se acelera el cierre, en cuestión de semanas

Instalaciones de Cablerías Auto en el Polígono Industrial As Gándaras (O Porriño). / GMaps
Salvo milagro de última hora, es «cuestión de semanas» que Cablerías Group cierre para siempre. Bajará el telón tanto la matriz del conglomerado como sus plantas de O Porriño (Cablerías Auto), Portugal (Cablerías Manufacturing) y Marruecos (Cablerías Tánger), que arrastran una deuda multimillonaria que no ha dejado más opción al grupo gallego que el concurso de acreedores. Desde su declaración, el pasado mes de diciembre, la administración concursal comandada por el bufete coruñés Ayan ha tenido que hacer frente de forma acelerada a la liquidación solicitada por la firma, proveedora estratégica de la automoción de Galicia y de media Europa por la singularidad de los productos que ofrece: el cableado integrado en multitud de partes de los vehículos que posteriormente se ensamblan en fábrica. Un proceso que se ha topado de golpe y porrazo con la imperiosa necesidad de la gran industria del auto de seguir aprovisionándose sí o sí; eso o afrontar una rotura de stock de fatales consecuencias.
Según ha podido saber FARO de mano de fuentes de toda solvencia, la administración concursal de Cablerías ha adoptado acuerdos singulares «de manera excepcional» con cinco de los principales clientes de la empresa «para no romper la cadena de suministro y garantizar su producción», evitando así un efecto contagio y la parálisis del resto de la industria. Los acuerdos competen a Lear Corporation, Akwel, ZF, OPMobiliy (antigua Plastic Omnium) y Valeo —las cuatro primeras compañías con centros en Vigo y su área— y contemplan una cuota fija de producción mensual para cada una de ellas. A cambio están inyectando liquidez mediante «pagos inmediatos» para sostener la mano de obra, y también se encargan del aprovisionamiento de las materias primas precisas.
Todas estas empresas son proveedoras de Stellantis, cuya cadencia se ha visto amenazada en Balaídos por los problemas que han afrontado algunas de estas firmas. Los contratos que garantizan el suministro de cableado arrancaron en enero, son extensibles en principio para lo que queda de febrero y en marzo todo está en el aire, ya que había un calendario de cierre escalonado vigente hasta el 31 de julio que se ha reajustado al caerse un posible inversor interesado en las instalaciones de Cablerías Tánger: «Esto va a acelerar los plazos previstos».
Así, se espera que «a lo largo de las próximas semanas» se produzca la clausura de las tres plantas del grupo gallego, que solo el año pasado facturó más de 50 millones de euros. A preguntas realizadas por este periódico, la administradora concursal de Cablerías, Carolina González, destacó ayer que los acuerdos adoptados han conseguido «optimizar la liquidación y evitar daños a terceros y al sector en general». «Se ha logrado evitar la rotura de la cadena de suministro del sector del automóvil, cuestión clave considerando que tiene más de 90 proyectos de vehículos que se fabrican en toda Europa», confirmó al respecto.
Más de 2.000 empleos
Los proveedores vinculados directamente a Cablerías aglutinan a más de 2.000 trabajadores en Vigo y su área. Y en algún caso, la situación que atraviesa la concursada estuvo a punto de parar la producción por problemas con la entrega de cables, clave para los componentes. Lear Corporation, por ejemplo, tiene más de 300 en la planta de Vigo y otros 200 en la de O Porriño; y solo en ZF Lifetec Vigo (antigua TRW y Dalphi Metal), del grupo alemán ZF Friedrichshafen AG, son casi 430 personas. Asimismo, Akwel cuenta con 350 profesionales en el polígono de O Caramuxo y OPMobiliy emplea a otros 600 en la planta de parachoques de Redondela.
Las firmas han conseguido así salvar temporalmente su producción y el suministro de sus componentes a los fabricantes, entre ellos Stellantis Vigo. Todo ello al mismo tiempo que se han enfocado en localizar a nuevos proveedores para sustituir al gallego.
Según fuentes sindicales consultadas, las empresas han establecido contactos con compañías suministradoras afincados en Portugal y Marruecos, precisamente de dónde venía la producción de las filiales de Cablerías. El país africano, que ha estado concentrando a numerosos proveedores al calor del crecimiento de Renault y Stellantis allí, dispone de varios fabricantes de cables para automoción con miles de empleos, entre ellos Sumitomo, Yazaki, Stahlschmidt o Leoni.
Este medio se puso en contacto con el Clúster de la Automoción y Movilidad de Galicia (Ceaga) para obtener más información, sin éxito; ha borrado de su fichero al histórico proveedor gallego.
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