Cointega perfila un fondo para invertir y apoyar a la nueva generación de la moda gallega

A la industria de la moda de Galicia no le duelen prendas reconocer que, por mucho que sus grandes marcas brillen en el mercado internacional, tiene un importante reto pendiente de «sostenibilidad a largo plazo». Especialmente para las otras empresas, las de menor tamaño, que también sostienen el sector. Más allá de la reducción del impacto ambiental el tratamiento de los residuos, «ha de centrarse en las fases del proceso que aportan un mayor valor añadido, como el diseño y la marca, los acabados o el servicio al cliente». «Es aquí donde las empresas gallegas sí pueden generar barreras de entrada a los productos de terceros países», señala Cointega-Clúster Textil Moda de Galicia, en la radiografía de situación que acompaña el nuevo plan estratégico 2024-2027. La gestión de existencias, el outsourcing logístico y el área de compras están entre los «aspectos susceptibles de mejora». En la parte de las fortalezas, la patronal alaba «la amplia tradición y la experiencia» de las firmas de confección y una «amplia» industria auxiliar, las «estructuras flexibles con alta capacidad de adaptación» a los cambios en la demanda y el talento creativo.

Con las universidades de Vigo y de A Coruña a bordo de la junta directiva y en conversaciones para sumar también la de Santiago, el presidente de Cointega apela a la colaboración con instituciones y entre compañías para «la creación de nuevas vocaciones». «Es fundamental», sostiene Javier Guerra, ante el decrecimiento de nuevos operadores asentados en la comunidad. La entidad trabaja en el lanzamiento de una especie de sociedad o fondo de capital semilla, financiado por las propias empresas del sector y «la ayuda de la administración pública» para crear «un caldo de cultivo» del emprendimiento.

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Apoyo

«No se trata de dar un premio, sino de invertir poniendo dinero, pero también siendo consejeros —explica Guerra—. Será también una señal para la administración de que creemos en los proyectos». El clúster pone en valor la importancia de inyectar «sangre nueva» en el tejido productivo del textil, incluso para actualizar las ideas de los actuales gestores «y diversificar» el negocio. De ahí que Cointega aspire a involucrar a las grandes compañías de la moda gallega. «A lo mejor aparece alguien con una idea genial que sabe manejar las redes mejor que todos nosotros juntos —continúa—. Estamos hablando de innovación, de inteligencia artificial, de nuevas vocaciones, de la formación».

Aunque la hoja de ruta estrenada tras la renovación a fondo de su cúpula directiva es muy ambiciosa, Cointega opta por priorizar objetivos e «ir poco a poco, paulatinamente» avanzando en los diferentes grupos de trabajo que se han constituido. «Les llamamos círculos a propósito para dar una idea de mesa redonda de colaboración entre los compañeros del clúster», detalla Guerra. El dedicado a nuevas vocaciones y formación es uno de ellos. El resto se centran en innovación, sostenibilidad, relaciones con las administraciones, regulación y sanidad.

En este último círculo se le está dando vueltas al salto del textil gallego a la lencería y los uniformes sanitarios. «Ya hemos tenido varias reuniones con el Clúster Saúde de Galicia», apunta Guerra, para analizar a futuro las necesidades del Sergas y sus empleados. Ninguna firma de la comunidad está presente en este segmento de negocio, «salvo algún intermediario», y la idea es «formar una UTE porque nosotros sabemos dónde producir» y asumir las posibles carencias que existan en los diseños actuales del vestuario profesional en las ramas de la salud y los servicios sociosanitarios. «Los concursos del Sergas son muy grandes y es una oportunidad para entrar en otro mundo», subraya el líder de Cointega, que abre la puerta a dar el salto a las licitaciones de otras autonomías.

Clúster

De la mano de otro clúster, el de las TIC, quiere sacar adelante una aplicación de inteligencia artificial que ayude a las empresas con menos recursos para la I+D a organizar mejor el negocio y, «lo más interesante», según Guerra, probar los diseños (colores, tejidos, formas...) y hacer análisis de previsión de tendencias. Será «una herramienta de base» para que cada empresa «la utilice como considere» con su propia información.

Cointega descarta el empuje a un centro tecnológico del textil en Galicia. Ya hay uno muy cerca, el Citeve, en Portugal. «No tendría sentido, sería una duplicidad», afirma Alberto Rocha, secretario del clúster. Sí está encima de la mesa «el proyecto» de traer a Galicia una división del Citeve para la investigación, por ejemplo, de tejidos sostenibles para la industria de la moda.

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