Levantina negocia la venta de su fábrica de O Porriño a Grupimar

Con 20 canteras, la empresa gallega es la «mejor posicionada» para salvaguardar la actividad de la otrora mayor granitera de España

Instalaciones de Levgranite, filial de Levantina en O Porriño.

Instalaciones de Levgranite, filial de Levantina en O Porriño. / Alba Villar

El rumbo de Levantina en Galicia ha virado 180 grados en las últimas horas; un giro que insufla esperanza a su filial de O Porriño, Levgranite, que parecía abocada a poner fin a su actividad industrial. Según informó la dirección de la multinacional esta semana al comité de empresa —y este a los medios de comunicación—, en estos momentos hay «un empresario gallego interesado en continuar con la actividad» con el que se está trabajando para cerrar un acuerdo de venta «lo antes posible». De prosperar, su futuro cambiará de manos en la que será una de las operaciones más importantes del sector en la comunidad en el último siglo.

A falta de ver el «cómo» de este traspaso, todas las voces consultadas por FARO apuntan al mismo «quién». Fuentes de toda solvencia que siguen de cerca la situación desde diferentes ámbitos indican que es Marcelino Group (Grupimar) la compañía que está apostando por hacerse con la planta, antigua Graninter y en su día la mayor granitera de España. «Es la mejor posicionada», coinciden algunas. «Es una empresa que tiene continuidad, con relevo generacional, y económicamente es viable», subrayan otras. «No es descabellado. De hecho, tiene sentido. Ojalá sea así», agregan unas terceras.

Fundado por Marcelino Martínez, el grupo porriñés arrancó su actividad en la década de los 60 con la apertura de sus primeras canteras en Galicia, expandiéndose posteriormente al resto del país, Portugal, Venezuela y Polonia; actualmente posee una veintena de pedreras de granitos nacionales e importados, así como dos centros de producción y transformación. «Desde hace dos décadas, se ha implicado en el apartado de la elaboración, con el objetivo de ofrecer al sector un servicio integral», dice la firma sobre su trayectoria.

Desde el conglomerado industrial —en el que se integra Grupimar, una de sus caras más reconocidas—, fuentes consultadas por este periódico se limitaron a catalogar como «positivo» que exista una propuesta para garantizar la continuidad de la actividad de Levgranite en O Porriño, pero se desmarcaron de la misma y negaron que desde Marcelino Group se haya formulado. En paralelo a ello, desde Levantina rechazaron hacer valoración alguna «mientras siga abierto el proceso de negociación».

La Xunta ofrece ayudas

Prosperen o no las conversaciones, lo cierto es que la actividad industrial está garantizada sí o sí. Tal como avanzaron desde el comité de empresa a última hora de este lunes, así lo ha decidido finalmente la dirección de la multinacional, que en principio planteaba un expediente de regulación de empleo (ERE) extintivo para 95 de sus 116 profesionales —el 82% de la plantilla— y en esta última reunión con los representantes de los trabajadores lo ha rebajado hasta los 73 efectivos —cerca del 63%—. Aunque el planteamiento de despidos variará en función de la propiedad —si finalmente hay venta, habrá otra propuesta—, los sindicatos han acordado llevar un nuevo planteamiento de reducción de la afección de la medida laboral al próximo encuentro.

Ante el posible traspaso, desde la Xunta de Galicia aseguraron ayer que la administración autonómica cuenta con «mecanismos» por parte del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape) para poder apoyar una eventual compra «con préstamos o ayudas» en el momento en que la operación se lleve a cabo. Así lo indicó la conselleira de Economía, María Jesús Lorenzana, que pidió discreción y se comprometió a informar a las partes: «Lo más importantes es que se pueda mantener el potencial industrial de esta empresa y los empleos».

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