Bibby Marine oficializa el primer pedido de eólica marina para el naval gallego

Alperi: "Es un desafío tecnológico, una declaración de compromiso con un futuro más limpio y ecológico"

Recreación del eCSOV para Bibby Marine

Recreación del eCSOV para Bibby Marine / Bibby Marine

Lara Graña

Lara Graña

La compañía británica Bibby Marine, filial del grupo Bibby Line Group (BLG), ha oficializado este martes la contratación con Grupo Armón de un eCSOV, siglas en inglés para electric Commissioning Service Operation Vessel. Esto es, un barco que se encargará de las operaciones de instalación y puesta en marcha de los parques eólicos. Se trata del primer encargo de estas características para la industria naval gallega, y que FARO avanzó en primicia la pasada semana.

"Estamos entusiasmados con el lanzamiento de este buque, ya que entendemos que su entrega será un cambio radical para nuestra industria, acelerando nuestro viaje" hacia la neutralidad en emisiones, ha destacado el director ejecutivo de Bibby Marine, Nigel Quinn, en un comunicado.

"Este proyecto marca un momento crucial en el camino hacia la sostenibilidad en las operaciones marítimas y estamos orgullosos de asociarnos con Bibby Marine para dar vida a este buque innovador. La complejidad del eCSOV subraya su importancia, no solo como desafío tecnológico, sino como una declaración de compromiso con un futuro más limpio y ecológico", enfatizó por su parte el máximo responsable ejecutivo de Armón, Laudelino Alperi.

Con la encomienda de la firma inglesa, la que fue Barreras vuelve a construir un gran buque de trabajo una década después de la botadura del flotel Reforma Pemex para Petróleos Mexicanos. Pero, sobre todo, esto supone la entrada del Armón y el naval gallego en el negocio de los buques para eólicauno de los objetivos que precisamente se había marcado Armón para el renacer de Astilleros Ría de Vigo y una de las asignaturas pendientes del sector en un momento de expansión de la eólica marina. Hasta la fecha, este tipo de barcos los hacía en el país principalmente Gondán Shipyard, que se había especializado, y solo Aister lo intentó en Vigo con un catamarán de 40 meses tipo CTV (siglas en inglés para crew transfer vessel) que quedó en el aire por la quiebra de su socio nórdico, el astillero GMV.

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