Levantina prevé un ERE en O Porriño si no vende la planta ni logra actividad

El CEO de la granitera se reúne en persona con el comité para trasladar dos escenarios: traspaso o reestructuración

La plantilla, unas 110 personas, teme un despido masivo

Instalaciones de Levgranite, la filial de Levantina en O Porriño.

Instalaciones de Levgranite, la filial de Levantina en O Porriño. / Ricardo Grobas

La antigua Graninter vive hoy un escenario radicalmente opuesto al que acogían sus instalaciones hace dos décadas, cuando se coronaba como la mayor granitera del país y daba empleo a 250 personas. Fue tal su potencial que la empresa porriñesa era adquirida en 2006 por Levantina, hoy en manos del fondo Polus Capital Management e inmersa en un proceso de recorte ante la crisis que afecta a la industria de la piedra. Lastrada por esta situación, Levantina acordó a finales del pasado mes de octubre despedir a 186 trabajadores repartidos entre su fábrica de Novelda (Alicante) y las canteras de Monte Coto (ídem), Vallanca (Valencia) y Los Losares (Albacete). En su filial de O Porriño, hoy bajo el nombre de Levgranite, la coyuntura también es delicada. Solo el 40% de las 110 personas a las que emplea actualmente está trabajando, con el resto en expediente temporal de regulación de empleo (ERTE) como consecuencia de la caída de la demanda, y nada indica que vaya a ir a mejor.

La ralentización de la construcción a nivel mundial ha adelgazado las exportaciones de la industria, de las que depende especialmente la compañía y el resto del tejido productivo del granito. En este sentido, fuentes de toda solvencia avanzaron a FARO hace dos meses que los planes de la empresa pasaban por la venta de su unidad productiva en Galicia, formalizando así su marcha de la comunidad.

Y así se lo ha confirmado a finales del mes pasado al comité de empresa el equipo directivo de Levantina, que acudió en persona hasta Levgranite para reunirse con los representantes de los trabajadores. En las instalaciones de O Porriño se pusieron sobre la mesa dos escenarios: el primero, el traspaso anunciado, pero también un segundo de reestructuración.

«Están trabajando en la operación que mayor empleo pueda aportar, pero no van a pedir una prórroga del ERTE más allá de diciembre. Si no hay carga de trabajo en enero, verán qué medidas adoptan», señalan fuentes cercanas al proceso, explicando que en la reunión mantenida con la plantilla se trasladó que la compañía «llevaba en pérdidas los últimos tres años».

El personal teme que se produzca un expediente de regulación de empleo (ERE) masivo, algo que no descartan tomando como precedentes los despidos propuestos en su factoría en Novelda (el 75% de su plantilla) y su explotación de Monte Coto (el 50%). Desde la dirección de Levantina, por su parte, no concretaron más detalles.

Cabe recordar que sigue en pie la propuesta perteneciente a la antigua dirección de Levgranite, cuyo grueso se desligó de la sociedad este año. La oferta busca «garantizar la sostenibilidad del empleo» y, según pudo saber este periódico, garantizaría «entre el 75% y el 80% del empleo».

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