Tavares se reúne con Pedro Sánchez por primera vez con el futuro de Vigo por decidir

El CEO de Stellantis se cita con el presidente del Gobierno y Jordi Hereu para analizar los retos del sector y las inversiones del grupo

Sánchez estrecha la mano de Carlos Tavares antes de la reunión en la Moncloa

Sánchez estrecha la mano de Carlos Tavares antes de la reunión en la Moncloa / Moncloa

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha reunido por primera vez con el CEO de Stellantis, Carlos Tavares. En el encuentro, ambos han analizado los retos del sector del automóvil, el impulso al vehículo electrificado y los planes de inversión del grupo en un momento en el que la planta de Vigo tiene su futuro por decidir.

Según trasladan desde Moncloa, los temas principales tratados han sido los objetivos de emisiones CO2 de la Unión Europea, que amenaza con grandes multas a los principales fabricantes en caso de no cumplir, y el plan de incentivos a la venta de vehículo electrificado.

Sánchez ha trasladado al portugués la importancia de la colaboración público-privada para lograr los objetivos de la transición verde y digital, al tiempo que el consejero delegado de Stellantis ha compartido los hitos alcanzados y los desafíos futuros dentro de los planes del grupo de automoción.

De igual forma, desde Moncloa han recordado las importantes ayudas destinadas a Stellantis en el marco de las distintas convocatorias del Perte VEC (Vehículo Eléctrico y Conectado), que ascienden a 357,8 millones de euros.

Momento crítico

La reunión, en la han participado el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, y el director de la Oficina de Asuntos Económicos y G-20, Manuel de la Rocha, se produce en un momento crítico para el grupo. Por un lado, porque el sector de la automoción atraviesa una situación difícil en todo el mundo, con el anuncio de despidos y cierres de fábricas que se ha convertido en recurrente en las últimas semanas. Por otro, porque en clave española todavía no se han dado los grandes anuncios que se llevan esperando desde hace muchos meses.

Así, Balaídos todavía sigue esperando por la asignación definitiva de la nueva plataforma industrial, la STLA Small, por la que también espera la fábrica de Figueruelas, en Zaragoza. Aragón, por su parte, tiene más interés en que se cierre definitivamente la adjudicación de gigafactoría de baterías que el grupo levantará con su socio chino CATL.

Por otro lado, el encuentro tiene lugar justo cuando la semana pasada saltaron a la palestra dos noticias muy negativas y de gran calado para el polo ibérico de Stellantis: la posible asignación del futuro Citroën C4, que ahora se fabrica en la planta de Villaverde (Madrid) a las instalaciones del grupo en Marruecos; y el estudio que existe para cancelar la producción de una de las líneas de la factoría aragonesa durante dos años.

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