La armadora Pevasa solicita protección concursal para intentar ajustar su deuda

La histórica pesquera de Bermeo, exaccionista de Atunlo, engorda los procesos de reestructuración que se extienden por todo el sector

El «Playa de Azkorri», uno de los buques de Pevasa. |  FdV

El «Playa de Azkorri», uno de los buques de Pevasa. | FdV

Lara Graña

Lara Graña

Vigo

Con una regulación estricta, una competencia global cada vez más agresiva o con estructurales problemas de relevo, que haya armadoras en España que hayan sido capaces de sumar más de medio siglo de trayectoria —sin haber desaparecido o haberse fusionado en compañías más grandes— es un hito poco enarbolado. Pesquería Vasco Montañesa (Pevasa), con base en Bermeo (Bizkaia), es una de ellas. Especializada en túnidos y propietaria de unidades emblemáticas como el Playa de Noja o Playa de Ris, la empresa es un referente en el aprovisionamiento de materia prima para la industria conservera (lomos de atún precocidos) como para consumo humano directo gracias a la congelación en salmuera a bordo. Ahora, casi dos años después de haber abandonado el accionariado de la viguesa Atunes y Lomos (Atunlo), Pevasa ha iniciado un proceso de reestructuración de deuda, para lo que ha recurrido al amparo de la legislación concursal, según fuentes próximas al grupo. FARO contactó este lunes con la compañía, pero a cierre de esta edición no había obtenido respuesta.

La sociedad ha notificado formalmente la apertura de negociaciones con acreedores, comúnmente denominada preconcurso, como también han confirmado fuentes jurídicas. Se trata de un procedimiento con el que la pesquera pretende ajustar el calendario de amortización de su deuda bancaria, sin que exista el riesgo, inciden estas fuentes, de una insolvencia fatal. En el registro mercantil no consta que Pevasa haya depositado todavía las cuentas anuales relativas al ejercicio 2023. En las del año anterior consta un pasivo no corriente (a largo plazo) con entidades de crédito por 35,6 millones de euros, por otros 24,8 clasificados como a corto plazo también con bancos. El incremento de los costes financieros en el sector, como ha analizado este medio, supuso solo el pasado ejercicio un desembolso superior a los 100 millones de euros para las principales operadoras gallegas en concepto de costes por intereses y amortizaciones.

En el caso de Pevasa se suman además otros condicionantes. En primer lugar, los asociados a las dificultades de la actividad de su flota, que habría obtenido peores resultados. O, sin duda, la compleja digestión del colapso de Atunlo, proyecto en el que participó desde sus inicios hasta que lo abandonó sorpresivamente, y por las malas relaciones en el seno del accionariado, a finales de 2022. Pevasa creó Atunlo con la viguesa Comercial Pernas (Coper) y la también vasca Compañía Internacional de Pesca y Derivados (Inpesca). Cada una tenía el 33% del capital social. Cuando notificó su adiós –que desde la dirección de la pesquera en Vigo atribuyen a las presiones de Inpesca—sus acciones no pasaron a autocartera, sino que se las repartieron entre las dos accionistas que quedaban a cambio de 8,5 millones de euros pagaderos a plazos. Un importe que no fue desembolsado más que en una pequeña parte, por cierto.

Con todo, Pevasa sí pudo evitar lo peor de la onda expansiva del concurso de Atunlo, que ya provocó el cierre de factorías (Cabo Verde, Santoña y O Grove), el preconcurso de Pernas, pérdidas de 27,5 millones de euros para Pevasa o la liquidación de la panameña Marpesca. La dueña del Playa de Ris participaba en Atunlo a través de la sociedad limitada Talape Inversiones Marítimas, que en julio terminó integrada dentro de la propia Pevasa.

Los procesos de refinanciación o reestructuración están a la orden del día en la industria, precisamente para intentar moldear el calendario de pagos para que las pesqueras puedan evitar problemas de tesorería. Fandicosta SA, Peixemar, Casa Botas, Videmar y Marpesca fueron a liquidación, por distintas vías; hasta la fecha, solo Actemsa ha logrado homologar su plan de reestructuración y allanar un futuro de viabilidad gracias a las quitas y al respaldo de Jealsa y Albacora.

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