Iberdrola estrena su “plan renove” de parques eólicos en Galicia con 50 millones

El grupo inicia los trámites para “el hito” de repotenciar dos de sus instalaciones más antiguas, que pasan de 98 a 19 molinos

El Gobierno le adjudicó 15,5 millones de ayuda

Montaje de un parque eólicode Iberdrola.

Montaje de un parque eólicode Iberdrola. / FRANCISCO J. DE LASHERAS

Julio Pérez

Julio Pérez

Vigo

En Muras hay unos 600 vecinos y cerca de 400 aerogeneradores. El concello lugués es un estandarte para el sector eólico por las más de dos décadas de convivencia desde la construcción del primer parque en 1995. Fue todo un acontecimiento. El uso del viento en Galicia como fuente de electricidad sonaba casi a ciencia ficción en aquel momento y su expansión contribuyó a paliar la desertificación económica y demográfica de la localidad. En 2021 recibió el Premio Eolo de Integración Rural de la Asociación Empresarial Eólica (AEE) por “el gran impacto socioeconómico” que la actividad supone “mediante la creación de empleo en la comarca, así como por programa de desarrollo local, promoción, ayudas, becas y servicios que incrementa el asentamiento de su población, bienestar social para sus habitantes y sostenibilidad en la zona”. Ante los movimientos en contra de la eólica que ya empezaban a alzar la voz, tanto la patronal nacional como la de Galicia, EGA, aprovecharon la ocasión para alabar “la involucración y colaboración siempre” de “autoridades municipales, vecinos y empresas participantes, defendiendo y apoyando los proyectos durante su desarrollo y estableciéndose una relación de mutua confianza”.

Allí, en la prehistoria de la eólica, Gamesa levantó dos de los parques más antiguos de Galicia. Muras I recibió la autorización de puesta en marcha en octubre de 1998 y Muras II en abril de 2000. La sociedad promotora, Sistemas Energéticos Muras, pasó a manos de Iberdrola poco después y, aunque fueron concebidas como instalaciones independientes, la Xunta bendijo la unificación en un solo complejo con 48,84 megavatios (MW) y 74 molinos.

Con el parque rozando la edad de jubilación, Iberdrola acaba de iniciar los trámites para su repotenciación. El proyecto presentado en la Consellería de Medio Ambiente e Cambio Climático pretende sustituir las 74 turbinas por otras 11 “de última tecnología, marcando así un hito en la eficiencia operativa y la generación de energía”. “Estos nuevos aerogeneradores representan una mejora en el rendimiento, una preservación estética natural del entorno paisajístico en ambos ayuntamientos [además de Muras, toca suelo del concello de Ourol], un compromiso inmutable con la descarbonización”, subraya la multinacional.

Los aerogeneradores actuales tienen una potencia unitaria de 0,66 MW y un altura de buje de 45 metros. Los nuevos son de 4,3 MW cada uno y 84 metros de altura. La capacidad total del parque se reduce ligeramente hasta los 47,3 MW en total. La producción neta anual escala a cerca de 156.000 MWh.

El presupuesto de la renovación alcanza los 39,4 millones de euros. Iberdrola estima que las obras durarán 11 meses con una media de 30 trabajadores y el doble, 60, en el pico de los trabajos, que implican el desmantelamiento de los aerogeneradores viejos, la demolición parcial o total de las cimentaciones, el arreglo de zanjas de media tensión y cableados y retirar las dos torres de medición de viento.

La reforma del parque Muras forma parte del plan renove de parques eólicos de la compañía liderada por Ignacio Sánchez Galán. Incluye la repotenciación de otro de sus activos eólicos en Galicia, el parque Serra da Panda, ubicado en los concellos de Mañón y Ortigueira. Consta de 24 aerogeneradores. Se eliminarán los 19 más antiguos (de 0,66 MW) e integrará 3 nuevos de 4,3 MW, por lo que el complejo funcionará finalmente con 8 molinos. La duración de las obras en este caso son 8 meses y la inversión asciende a 11,3 millones de euros.

Un tercio de la potencia eólica en Galicia supera ya los 20 años en operación

Ambos proyectos están entre los seleccionados por el Ministerio para la Transición Ecológica en su línea de ayudas para la repotenciación de las instalaciones renovables de mayor antigüedad. Iberdrola recibió 11 millones para la actualización tecnológica de Muras y 4,4 millones para Serra da Panda. En esa misma adjudicación, Naturgy consiguió 12,7 millones para repotenciar el parque Monte Redondo y 5,6 millones para el Novo; Endesa sumó 6,2 millones para cambiar los aerogeneradores de Castello y Coriscada; la Xunta obtuvo 500.000 euros para repotenciar el parque eólico experimental Sotavento, que tiene su proyecto en marcha también, como adelantó FARO; y Energías Ambientales As Somozas (participada por estas dos mismas empresas y la administración autonómica) se llevó otros 13,6 millones para su parque en la localidad coruñesa.

Las sucesivas crisis a las que se ha enfrentado el sector eólico en Galicia –desde el fin de las primas a las renovables en la reforma energética del PP en 2012, a la paralización actual del sector por la oleada de demandas de entidades ecologistas, pasando por el parón sufrido tras el fiasco del concurso eólico de 2010– dificultaron la necesaria repotenciación del mix eólico de Galicia. Alrededor de un centenar de parques, un tercio del total, supera los 20 años y la vida útil de este tipo de instalaciones ronda los 25 años.

A pesar de ello, las reformas han ido saliendo a cuentagotas y no se han quedado al margen del lío judicial. De hecho, la polémica de las paralizaciones por parte del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) a las autorizaciones de la Xunta estalló con la repotenciación del parque Corme de EDP.  

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