Daniel Acevedo Feliz | Director de Core Labs en la Universidad Rey Abdullah de Ciencia y Tecnología

“El buque de Freire será un activo único en Arabia; no ha habido un diseño igual”

“La gente en el campo de la investigación marina de todo el mundo nos felicita por haberlos escogido; Vigo es un gran centro de barcos de investigación, eso sin duda”

Daniel Acevedo.

Daniel Acevedo. / KAUST

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

Vigo

La Universidad Rey Abdullah de Ciencia y Tecnología (Kaust) es una institución privada que inició su andadura en 2009. El primer español que contrataron fue el coruñés Daniel Acevedo, que llegó por tres años y lleva ya quince. En ese tiempo se convirtió en el director de Core Labs, que será la parte de la universidad encargada de gestionar el nuevo buque oceanográfico recientemente adjudicado al astillero vigués Freire Shipyard. El pedido, adelantado por FARO, supondrá una revolución en la investigación marina del mar Rojo.

–¿Cómo llega un gallego a Kaust y a dirigir uno de los principales laboratorios?

–Estaba en la parte de I+D en Acciona y a través de contactos de Estados Unidos, donde hice el doctorado, me llegó esa oferta de Kaust. Estaban con temas realidad virtual y visualización científica, que es mi especialidad, y me vine para aquí hace 15 años.

–¿Cuál es tu papel allí?

–Soy director de Core Labs, que son los laboratorios centrales de la Universidad. Tenemos 11 laboratorios, de diferentes temas, repartidos por toda la Universidad, y yo empecé a trabajar en el de visualización científica. Poco a poco fui avanzando y ahora estoy dirigiendo todos los laboratorios, formados por más de 240 personas. El futuro barco de Freire está enmarcado en uno de ellos, el de Recursos Costeros y Marinos, en el que ya tenemos un barco en la actualidad, que tiene 30 años y que compramos en Australia de segunda mano. También tenemos otros de química analítica, supercomputación, un animalario…

–La Kaust acaba de adjudicar ese oceanográfico que menciona a Freire Shipyard, ¿por qué será tan especial este buque para Arabia Saudí?

–Es un barco que al final supone un activo único para toda la nación, porque no existe un barco pensado específicamente para trabajar en el mar Rojo. Todo el trabajo que se hizo de la mano de Glosten, las consideraciones de diseño, las condiciones del mar, de la climatología… Fue todo en base al mar Rojo. No ha habido un diseño igual en Arabia Saudí y, para ello, hubo consultas con múltiples entidades de investigaciones del Gobierno, ministerios, otras universidades… También con el megaproyecto de ciudad lineal, Neom, que se está construyendo al norte del país y que tendrá un montón de costa en la que se prevé hacer investigación. Kaust es privada, pero al final está al servicio de la investigación nacional.

–¿Qué tendrá de especial frente a otros?

–Es multidisciplinar. Y no solo eso, en la popa se podrá meter hasta tres contenedores de veinte pies y cada uno puede tener dentro un laboratorio. Es decir, podemos tener una serie de laboratorios en tierra, en el puerto, y según la campaña que se vaya a hacer puedes instalar un contenedor u otro. Hablamos de temas muy diferentes respecto al medio marino. Temas de robótica, de investigación de combustibles verdes, hidrógeno, metano… Puedes tener sistemas para probarlos con otro tipo de fuel que no sea gasoil, en el futuro. De hecho, el diseño está pensado para alojar en el futuro otra propulsión. Es una plataforma de investigación marina y de muchísimas otras cosas.

–¿Cuánto tiempo llevaban trabajando en la creación del buque?

–En la renovación del barco oceanográfico se lleva trabajando ya mucho tiempo. Parte de mi trabajo es precisamente ese, hacer un plan de inversión de capital para la universidad y que no se sorprendan cuando llego cada año y les digo que necesitamos tantos millones para esto o lo otro. Lo del barco ya se sabía, porque cuando compramos el anterior, en 2015 o 2016, éramos conscientes de que era un pesquero que remodelamos para hacer investigación en el mar Rojo. Sabíamos lo que comprábamos y lo que iba a durar, porque claro, sale mucho más barato comprar uno de segunda mano que uno nuevo, pero los planes ya existían. Llevamos dos años desde que se inició el diseño con Glosten, pero en cuanto a planes o forma de financiación ya empezamos con ello hace tres o cuatro años.

–Con la adjudicación mencionó que fue un proyecto muy competido ¿por qué la elección de Freire?

–Hubo muchos astilleros interesados y muchos españoles. Lo que es el tema de los barcos de investigación como este, al final en el mundo hay muchos astilleros, pero España es muy competitiva. Hemos tenido empresas de todo el mundo, pero al final quedó una lista pequeña en la que había varios astilleros españoles y también de fuera. Y ahora que hemos hecho el anuncio, el feedback de la gente en el campo de la investigación marina de todo el mundo nos felicitan por haberlos escogido, y eso habla mucho de la experiencia y la capacidad de trabajo de Freire, que es una empresa pequeña, pero que toma un cuidado en cada proyecto. Y eso se nota. Cada buque es único, tienen mucha fama y todo el mundo conoce la calidad con la que se hacen los barcos en Galicia. Y siendo gallego, a uno le da una alegría.

–¿Se ve entonces a Vigo como el gran centro para buques científicos en el mundo de la investigación?

–No sé si el gran centro, pero desde luego es un gran centro de barcos de investigación, eso sin duda. Tienen la tecnología, la experiencia, la capacidad... Tanto en barcos customizados al máximo como este como en otros más estándar. Por ejemplo, el último que entregó Freire, para el Mbari de California, vinieron desde la costa del Pacífico de EE UU. Entre allí y aquí hay muchos astilleros, ¿eh?

–En el caso de Freire, son cinco barcos fabricados para Oriente Medio, uno de ellos el Taqnia, también para Arabia Saudí.

–Si, en este caso fue para el King Abdulaziz City for Science and Technology (Kacst), que es como si fuera el CSIC en España. Encargaron e hicieron este barco, pero está en el Golfo Pérsico, no en el mar Rojo. Es un buque más pequeño y relativamente más sencillo, porque las condiciones del Golfo Pérsico son completamente diferentes, a nivel salinidad, profundidades… En este caso no estuve involucrado en su diseño, pero es complementario. Lo que queremos es aunar los esfuerzos nacionales de todas las entidades que hagan investigación marina y tirar del carro desde Kaust, crear como un consorcio de entidades nacionales para trabajar juntos.

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