Las ventas al extranjero de alta tecnología aérea despegan a su máximo histórico en Galicia

Las exportaciones de aeronáutica y espacial sumaron 37 millones, 10 veces más | La mayoría, el 75%, fueron piezas para Airbus

Profesionales de Delta Vigo trabajan en las instalaciones de la compañía en el polígono de Valladares (Vigo).

Profesionales de Delta Vigo trabajan en las instalaciones de la compañía en el polígono de Valladares (Vigo). / Alba Villar

Vigo

La fuerte transmisión del COVID, su impacto en la salud pública con la sobresaturación del sistema sanitario y la falta de una vacuna que redujese la pandemia a su mínima expresión, a lo que es hoy en día, forzaron a los gobiernos de todo el planeta a contener los contagios limitando la exposición de los ciudadanos al virus. En el caso del transporte aéreo, como tantos otros ejemplos, se redujo la capacidad de asientos y eso hizo que el volumen de pasajeros cayera un 60%, dándose un tráfico de solo 1.800 millones de pasajeros en 2020 frente a los 4.500 millones de 2019. “La parálisis de los flujos de ingresos resultante del hundimiento del tránsito creó graves tensiones en la liquidez de toda la cadena de valor de la aviación, poniendo en cuestión la viabilidad financiera de la industria y poniendo en peligro millones de puestos de trabajo en todo el mundo”, destacó en su momento la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). Ese año, la epidemia mundial le cortó las alas al sector, pero supo sobreponerse a la crisis y volver a volar.

Así lo certifican, en Galicia, los últimos datos publicados por el Instituto Galego de Estatística (IGE) sobre el Comercio exterior de productos de alta tecnología. En 2023, tres ejercicios después de que aterrizara el coronavirus y tras darlo por superado, las exportaciones de construcción aeronáutica y espacial han despegado hasta su máximo histórico, con un pelotazo de 37 millones de euros que rompe todos los techos.

Son 10 veces más que en 2022, cuando el sector facturó 3,5 millones de euros en ventas al extranjero, y supera el valor que se generó a lo largo de los últimos 12 años; un acumulado que ascendió a 31,8 millones de euros. El balance de 2023 también es el mejor de la serie, que toma como punto de partida el 2004, con un saldo positivo de 29,9 millones de euros.

Conforme explica Enrique Mallón, presidente del Consorcio Aeronáutico Gallego (CAG), este “llamativo incremento” responde a que “nuestras empresas de primer nivel son cada vez más sólidas”. En este grupo están Delta Vigo, Coasa (Aernnova), Utingal, Precisgal o Gallega Mecánica (GAME), catalizadores de una industria que encuentra en el gigante francés Airbus su mayor cliente al acaparar el 75% de la producción de la comunidad.

“La otra cuarta parte se distribuye entre Boeing, Leonardo y Bombardier”, añade el también secretario general de la Asociación de Industrias del Metal y Tecnologías Asociadas de Galicia (Asime), quien subraya que ocho de cada 10 euros llegan a través de la venta de los componentes que estas empresas fabrican para la aviación comercial, y los dos restantes por los sistemas no tripulados. “El crecimiento ha sido impulsado por el Polo de Rozas, en donde está el mayor crecimiento de ingresos y empleo”, agrega.

Las empresas gallegas, hace hincapié, están a un nivel de actividad “superior al 90%”. El CAG, que se reunirá este viernes y analizará los positivos datos que acaba de publicar el IGE, está trabajando para incorporar nuevas compañías que alimenten la cadena de valor del sector, debido a que “la previsión es que haya un crecimiento muy importante en los próximos dos o tres años”.

Faltan 30 ingenieros y 120 operarios

“No sería descabellado que haya un incremento del 15% en la facturación sobre el pasado ejercicio”, pone de manifiesto Mallón, que a ello suma que la industria aeronáutica y espacial gallega, para cubrir todas sus necesidades profesionales, necesita aproximadamente 30 ingenieros y otras 120 personas para trabajos de taller. “Uno de los nichos de negocio que más va a crecer será el área de defensa, y necesitamos gente”, sentencia.

En su conjunto, el comercio exterior de productos de alta tecnología deja un buen balance para Galicia. La comunidad arroja un saldo positivo de 250,4 millones, el segundo mejor de la historia y ligeramente inferior al primero; los 252,6 millones de 2022. De más a menos, por resultados, destacan los productos químicos (+299,2 millones), los productos farmacéuticos (+62,3), construcción aeronáutica y espacial (+29,9), maquinaria de oficina y equipo informático (+8,6 millones), maquinaria y material eléctrico (+3,3), armas y municiones (-1,4 millones), maquinaria y equipo mecánico (-14,7 millones), material electrónico, equipos y aparatos de radio, televisión y comunicaciones (-50,2 millones) e instrumentos científicos (-86,6 millones).

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents