Gobierno central y Xunta aparcaron sus habituales diferencias y junto a Castilla-La Mancha se plantaron en enero de 2021 contra el cierre de las factorías de Siemens Gamesa en As Somozas y Cuenca. “Las tres administraciones han trabajado en los últimos meses en la búsqueda de soluciones viables para las dos plantas, que Siemens Gamesa ha rechazado”, criticaron en un comunicado conjunto, con un mensaje de solidaridad para los trabajadores (215 en el caso de la fábrica gallega) y la mano tendida “para seguir analizando opciones de viabilidad alternativas, teniendo en cuenta el contexto particularmente favorable para el sector por todas las oportunidades que ofrece la transición energética”.
Una de ellas, el despegue de la eólica marina, allanó el salto a una segunda vida del penúltimo activo que le quedaba a Siemens Gamesa en Galicia. Casi dos años después de vaciar de actividad el centro de producción de palas para aerogeneradores, vendió las instalaciones al grupo Amper. Su filial Nervión Naval Offshore elaborará allí componentes para parques en el mar.
80 empleados
A la espera de lo que la próxima semana desvele la cúpula al respecto de los planes para reencauzar el negocio tras las multimillonarias pérdidas de más de 4.000 millones de euros en su último ejercicio fiscal, Siemens Gamesa ya tenía previsto de antes deshacerse de la única factoría que conserva aquí. Su sede está en Sigüeiro, se dedica a reparaciones bajo la marca Gearbox y la plantilla ronda los 80 empleados. Desde el pasado año figura en el listado de 13 plantas (8 de ellas en España) que quiere vender. Nunca explicó por qué.
Si la operación va adelante, Siemens Gamesa se despediría de su largo matrimonio con Galicia. La compañía formó parte del selecto grupo de empresas que lideraron la expansión de la eólica en la comunidad. Tuvo su propio plan industrial al amparo del Plan Sectorial Eólico de mediados de los años 90. La Xunta le concedió 600 megavatios en 1995 y en una ampliación posterior añadió 160 más para levantar 20 parques eólicos a cambio de una inversión de unos 600 millones de pesetas de las de entonces. Además de las de As Somozas y Sigüeiro, abrió plantas en Bergondo (clausurada) y San Cibrao das Viñas (vendida a la firma aeronáutica Coasa). De los parques que llegó a hacer, mantiene solo dos.