Al igual que sucede con las viviendas, la compra de un coche nuevo paga el IVA a la Agencia Tributaria y las operaciones de vehículos de segunda mano pagan el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP) a la Xunta. El gravamen cedido a las autonomías afecta solo al cambio de manos entre particulares. Si se hace a un concesionario o a un intermediario dedicado profesionalmente al sector de la automoción, la adquisición sigue sujeta al IVA.
¿Y cuánto se abona? Pues depende de Ejecutivo regional. Hay un amplio abanico de tipos que va del 4% que tienen buena parte de los territorios (Madrid, País Vasco, Asturias y otras seis comunidades) al 8% fijado en Galicia, el mayor coeficiente del país, al menos en lo que queda de año. El presidente de la Xunta, Alfonso_Rueda, anunció este martes una rebaja para dejar a Galicia con el tipo más bajo en las ventas de coches usados el próximo 2024.
Pasará de ese 8% al 3% en el tipo general y los vehículos considerados “cero emisiones” estará exentos del pago. “Son rebajas que se hacen con sentidiño y tienen un impacto positivo en la vida de la gente”, avanzó Rueda, durante una visita ayer al concesionario de Rodosa en el concello de Nigrán.
Será “un buen estímulo” para la compraventa de coches en particular, según el jefe del Gobierno gallego, y “un empujón” para el consumo en general en un momento de tensión en el bolsillo de las familias por la inflación. Se beneficiarán “un mínimo” de 60.000 operaciones con una rebaja de 5 millones de euros. En un modelo todocamino de 115 caballos de potencia y cinco años de antigüedad, siguiendo el valor fiscal que la propia Axencia Tributaria de Galicia le otorga, la cuota del ITP pasaría de 577,2 a 216,4 euros.
La Xunta no ha detallado a cuánto asciende anualmente la recaudación del ITP vinculada a la adquisición de coches, un mercado que se alimenta, sobre todo, de la segunda mano. Entre enero y agosto de este año, se matricularon unos 16.166 turismos nuevos en la comunidad, mientras que las ventas de los usados rozaron las 69.000, según los últimos balances de las patronales de distribución (Ganvan) y los concesionarios (Faconauto).