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BorgWarner hace hueco al pedido de BMW con el alquiler de una factoría en Porriño

Deriva producción de Zamáns a una nave de 5.000 m² cubiertos | Realiza preseries para coches eléctricos | La negociación por el convenio se enquista tras más de 40 reuniones

La antigua nave de exposión de Grupimar, ahora alquilada por BorgWarner JOSE LORES

BorgWarner ha encontrado una solución a su falta de espacio. La multinacional de automoción con planta en Vigo (en Zamáns) y centro tecnológico en Nigrán (en Porto do Molle) ha logrado hacer hueco para el megapedido rubricado con BMW ya el pasado año para realiza piezas recall, destinadas a motores ya ensamblados. Para ello, el proveedor opera desde hace poco más de un mes con una nueva factoría en la zona. En concreto, en el polígono de A Granxa, en Porriño. Según ha podido saber este medio, se trata de unas instalaciones de casi 5.000 metros cuadrados cubiertos alquiladas para los próximos tres años, con posibilidad a una prórroga, en las que ya se están fabricando piezas.

El proveedor estadounidense –aunque de origen germano– fabrica en sus instalaciones olívicas módulos EGR, que reducen las emisiones contaminantes (los NOx). Sin embargo, el grupo asignó a su fábrica viguesa el encargo de BMW de 1,9 millones de estas piezas recall, lo que según la propia empresa permitiría asegurar carga de trabajo hasta 2025 y lograr un récord de facturación, llegando hasta los 200 millones de euros.

BMW, que se consolida como uno de los principales clientes de la planta (con Stellantis, Ford o Renault), amplió este año el pedido al proveedor, sumando otros 1,5 millones de piezas más. Esta situación incrementó todavía más las necesidades de espacio en la fábrica de Zamáns, en la que hasta se aprovecha parte del aparcamiento de los empleados –se habilitó para ellos un parking en una finca cercana– con una instalación provisional.

La dirección llegó a solicitar al Concello poder realizar una ampliación de entre 3.000 y 4.000 metros cuadrados, intentando buscar el encaje legal para levantar la edificación en la parte del aparcamiento. A esta idea se llegó tras descartar algunas naves analizadas en Vigo y alrededores, aunque finalmente no fructificó.

Ante esta situación, BorgWarner optó por seguir sondeando el mercado para alquilar una instalación ya construida. Y la oportunidad apareció. El anterior espacio de exposición de la granitera Grupimar en Porriño fue alquilado este verano para al menos tres años. Hasta allí se ha ido trasladando la maquinaria desde Zamáns, toda una línea productiva de la zona de componentes con el objetivo de liberar espacio y hacer hueco al importante proyecto de BMW.

La nueva planta de BorgWarner en Porriño JOSE LORES

Según fuentes sindicales, a mediados de julio se llegó a un acuerdo para el desplazamiento de los trabajadores al polígono de A Granxa, donde comenzó la producción ya a mediados de agosto. Hoy cuenta con tres turnos que darán trabajo a unas 70 personas en el primer trimestre de 2024.

Cero emisiones

La fábrica que dirige desde principios de año José María Salazar también está intentando no quedarse atrás en la revolución que vive la industria del automóvil con el vehículo eléctrico. Por eso, el área de prototipos de la planta realiza ya preseries de componentes para fabricantes de este tipo de coches.

De hecho, este año la compañía anunció la adjudicación de un pedido para realizar “innovadoras placas de enfriamiento” que ayudarán optimizar el rendimiento de las baterías. Se habló de un importante fabricante alemán y todo apunta a BMW, lo que aumenta las opciones de Vigo para hacerse con el pedido.

A ello se suma el buen trabajo del centro tecnológico de Porto do Molle, que crecerá con la creación del eMobility Advanced Research Center. Como se anunció este mes, la firma adquirió por 1,17 millones dos parcelas de un total de 8.527 metros cuadrados en el Área Tecnológica del parque empresarial, en el que invertirá unos 20 millones de euros.

Convenio

Por otro lado, la firma se encuentra en plena negociación del convenio, que se está enquistando. La empresa planteó una mediación en el AGA que fue rechazada por la plantilla porque, según los sindicatos, se planteó una serie de recortes. De hecho, ayer mismo se celebraron asambleas para explicar a los trabajadores la situación y para determinar qué medidas tomar a partir de ahora.

Asamblea celebrada ayer por los trabajadores de BorgWarner Cedida

El convenio actual acabó el 31 de diciembre de 2022 y tras más de 40 reuniones entre ambas partes no se alcanzó un acuerdo. Desde el comité entienden que la firma está invirtiendo y que tiene una carga de trabajo importante en estos momentos, por lo que no entienden una pérdida del poder adquisitivo. De hecho, desde el comité se llegaron a presentar cuatro propuestas distintas, bajando en cada una de ellas las pretensiones de la plantilla.

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