CaixaBank cumplirá 15 años en Turquía en 2024. La financiera Buket Havuçoglu es la responsable de su oficina de representación.
–¿Cuáles son los sectores con mayores perspectivas de crecimiento?
–Tenemos infraestructura de transporte, industria química, con muchas empresas españolas establecidas allí. También actividades vinculadas con el medio ambiente, con el foco en la gestión de aguas y control de residuos. Y, por supuesto, el textil. A día de hoy hay proyectos muy relevantes de transporte para cercanías, metro urbano…
–¿Cómo se empieza un negocio en Turquía? Entidades públicas o privadas, convenios de colaboración...
–El ICEX ayuda mucho, y somos miembros además de la Asociación Hispano-Turca. Hemos desarrollado una red con consultoras y despachos locales, porque hay mucha regulación en Turquía y múltiples excepciones que hay que conocer. Debido a las elecciones, de momento no estamos viendo proyectos nuevos, pero sí los tendremos el año que viene.
–¿Nuevas inversiones?
–El Gobierno las está apoyando mucho. Con la Ley de Bolsa, por ejemplo, las empresas extranjeras pueden abrir una filial de manera muy sencilla, como si fuera una compañía turca. También hay exenciones de IVA para importaciones de maquinaria.
–¿La regulación local es muy compleja?
–Es importante tener en cuenta, por ejemplo, que, para emitir una garantía, el texto ha de estar escrito en turco. Así que tenemos que verificar que el documento es correcto en cuanto al idioma. En operaciones de confirming es habitual que las empresas turcas pidan que sea un turco quien explique el proyecto, culturalmente quieren esa aportación en su propio idioma. Turquía es un país que demanda mucha financiación externa, y sus propios bancos, así que participamos en muchos préstamos sindicados. El top 10 de los bancos del país tienen cuenta euro en CaixaBank, eso nos facilita mucho. Funcionamos como un puente.
