CaixaBank reunió este lunes en Vigo a empresas interesadas en potenciar su internacionalización, a las que ofreció encuentros con media docena de responsables de oficinas de representación (OR) en el extranjero. Pablo Pérez es el encargado de la OR de Marruecos.
–¿Qué impacto puede causar el terremoto en la evolución de la economía?
–Ha afectado a zonas más aisladas del Atlas, con lo cual no ha tocado las grandes ciudades, el efecto o impacto es limitado. Lo que intentará Marruecos es reconstruir de una forma más desarrollada, con mejores construcciones, dando más oportunidades a las personas de aquella zona. Ha empezado a solicitar ayudas de empresas públicas y privadas, para tener una bolsa de dinero con la que realizar un cambio de imagen. Eso ya lo había hecho hace unos cuantos años con la zona norte del país, que estaba más dejada, y lo hizo muy bien.
–¿Cuáles son los sectores que generan mayor atracción inversora?
–Marruecos vive mucho del sector agrario, y ahora hay una prioridad: debido a la gran sequía de los últimos años, hay proyectos para la construcción de una serie de desaladoras. La más importante será en Casablanca, una actuación de 1.000 millones, y hay una empresa española entre las candidatas, que ojalá salga. Pero el país, al margen de esto, quiere apostar por la energía renovable, eólica y solar.. Se han hecho muchas cosas pero hay que seguir invirtiendo: ferrocarril, red de autopistas que comuniquen las grandes ciudades, industria… Proyectos hay, lo tienen todo muy claro
–¿Es fácil incurrir con un proyecto ex novo en Marruecos?
–La relación entre España y Marruecos ya está consolidada, hay más de 800 empresas españolas implantadas en el norte, centro y sur del país. Hay facilidades para implantarse, con zonas que se llaman de aceleración donde hay una serie de ventajas fiscales.
–¿Zonas francas?
–Sí, zonas francas para empresas industriales, en diferentes puntos de Marruecos. Por ejemplo, donde está Stellantis.
–La automoción, desde luego, es un foco de nuevos proyectos.
–Los fabricantes de automóviles se implantaron en 2014-2015, Peugeot y Renault. De fabricar unos 10.000 vehículos al año, ahora está en 350.000, y la mayoría es para exportación. Van a seguir fomentando ese polo de industria de automoción, porque además les genera divisa. Aparte de los fosfatos, Marruecos no tiene materia prima, así que es muy relevante. Hay oportunidades y estamos cerca, es un país que va a seguir creciendo