Mensaje muy medido del presidente de la Reserva Federal (FED). Durante su discurso de apertura del encuentro anual de Jackson Hole (Wyoming), Jerome Powell advirtió que el banco central del dólar está “atento a las señales de que la economía (estadounidense) podría no estar enfriándose como se esperaba”. Es decir, está analizando si las subidas de tipos no estarían siendo lo suficientemente efectivas como para frenar la demanda hasta lograr que la inflación baje a su objetivo del 2% a medio plazo. Pero al mismo tiempo, el principal banquero central del mundo también dijo que la institución actuará “cuidadosamente” y ha vuelto a dejar abierto -como ya hizo en julio- si seguirá subiendo los tipos o los mantendrá.

“Como suele ocurrir, navegamos guiados por las estrellas bajo un cielo nublado. En tales circunstancias, las consideraciones de gestión de riesgos son fundamentales. En las próximas reuniones, evaluaremos nuestro progreso en función de la totalidad de los datos y la evolución de las perspectivas y los riesgos”, manifestó en este sentido Jerome Powell, dejando así todas las opciones abiertas.