Por capacidad instalada, y como constatan los registros oficiales, Galicia representa la mitad de la flota pesquera de pabellón español. Pero esta es apenas una mínima parte de lo que asoma del iceberg: el verdadero músculo de esta industria de capital gallego está en las empresas mixtas (o las joint ventures), en las granjas acuícolas y en los proyectos de expansión que se reparten por todo el arco atlántico de África, Latinoamérica o las inhóspitas aguas del Pacífico. Estas, las del extranjero, son las actividades que nutren las factorías de elaborados y las que han convertido a la comunidad, y específicamente al área de Vigo, en un polo económico sin igual.
Ninguna otra región en todo el mundo acumula, en escasos 700 kilómetros cuadrados, el volumen de negocio que generan las grandes operadoras pesqueras gallegas; no hay otro lugar, en ningún país del globo, que en una superficie tan pequeña albergue como vecinas a compañías de la talla de Nueva Pescanova, Profand o Pescapuerta. Un ecosistema que agranda su hegemonía y que ha propiciado que, por primera vez, las diez mayores empresas del sector en España –por volumen de toneladas comercializadas– tengan su sede al abrigo de la ría de Vigo o Pontevedra. Diez de diez.
La lista la arranca Nueva Pescanova y la cierra la Interatlantic de Luis Cabaleiro, con segmentos de negocio radicalmente diversos que ejemplifican la realidad de un sector también heterogéneo. La extrema inflación del mercado permitió a las principales operadoras gallegas rebasar los 5.100 millones de euros el pasado ejercicio, como ya anticipó FARO, a pesar de una caída generalizada en los volúmenes. Esto es, la mayoría de estas empresas movió menos mercancía, pero a un mayor precio.
En suma, las firmas del top 10 nacional comercializaron más de 785.000 toneladas, de acuerdo a los datos ofrecidos por las propias empresas. Pero fue posible compensar esa merma en toneladas gracias al tirón de algunos proyectos, singularmente el de Enrique García Chillón (Profand), Alberto Barreiro y Borja Tenorio (Wofco), José Puerta (Pescapuerta) y Pedro Otaegui (Marfrío). Este empuje es el que permitió lograr ese diez de diez, desbancando del décimo puesto a la madrileña Congelados y Frescos del Mar (Confremar).
Pisando fuerte
Nueva Pescanova no ha divulgado los datos relativos a su último ejercicio fiscal completo, rematado el pasado mes de marzo, aunque la revista especializada Alimarket le otorga en torno a 130.000 toneladas comercializadas, ocho puntos y medio por debajo de las anotadas en el ejercicio 2021. En contraposición están las cerca de 120.000 toneladas de Grupo Profand, que está a punto de superar a la multinacional que preside José María Benavent también en facturación. La compañía continúa reforzando su apuesta en origen –Argentina es un buen ejemplo, más todavía con su alianza con Newsan, pero también con fuertes inversiones en Vilagarcía– y emprendiendo ampliaciones de sus acuícolas. El gran resultado de la campaña de calamar en Malvinas también facilitó una mejora en los volúmenes de Pescapuerta, en pleno proceso de construcción de su arrastrero Prion y enfocada en líneas de crecimiento orgánico.
Wofco fue una de las principales protagonistas, y una compañía que ha pasado del puesto 20 de España al 5 en escasos seis años. En 2017 sumaban algo más de 11.300 toneladas comercializadas, con ingresos de 48,5 millones de euros, y el ejercicio pasado alcanzaron las 68.500 toneladas y los 330,5 millones. Un ascenso meteórico que ha reforzado esta hegemonía de la industria de capital gallego a nivel nacional. Y hay más ejemplos de grupos –muchos de ellos, emergentes– que llaman a la puerta de los puestos de cabeza. Es el caso de Frioantartic, que ha dejado atrás ya el umbral de los 100 millones de euros en ventas, línea que ya ha superado ampliamente la Lanzal que capitanea Jacobo Fontán (155 millones en 2022) y que también ha rebasado Cabomar (107 millones), con Enrique Freire en la dirección. Pesciro, Videmar, Alfrío (del veterano Ángel López Soto), Noribérica o Grupo Vieira son otras compañías que se cuelan en los 40 primeros puestos y refrendan la doble condición de diversidad y minifundio bien avenido del sector en Galicia.
Cooke, a lo suyo: compra una granja única de barramundi a través de su filial australiana
El barramundi o perca gigante (Lates calcarifer) es un pez que puede llegar a los dos metros de largo, aunque los ejemplares más comunes rondan los cinco o seis kilos de peso. Se considera una de las especies más prometedoras para la industria de acuicultura, ya que tolera cambios medioambientales drásticos y se adapta bien a la reproducción en cautividad. En Australia hay una única compañía que cría los barramundis en aguas oceánicas, y que ahora pasará a integrarse dentro del grupo Cooke Inc.
Solo una semana después de que FARO avanzase en primicia la suspensión de negociaciones entre Glenn Cooke y Abanca para la venta de Nueva Pescanova, la compañía canadiense anunció la compra de MPA Fish Farms. Lo hizo este martes a través de su filial Tassal, adquirida a finales del pasado año, como comunicó a través de su página web oficial. “Tassal ha transformado antes las industrias del salmón y las gambas en Australia y tiene las habilidades y capacidades para aplicar los mismos aprendizajes y capital humano en la industria de barramundi”, destacó el director ejecutivo de la sociedad, Mark Ryan. Los primeros ejemplares de perca gigante comercializados bajo la marca Tassal, subsidiaria de Cooke, llegarán al mercado en noviembre, a tiempo para el verano australiano.