Paso a paso, el euríbor a un año, la referencia para las hipotecas de interés variable, gana unas décimas mes a mes. En julio, el tipo medio cerró en el 4,149%, frente al 4,007% de junio y después de la nueva subida de 0,25 puntos de los tipos de interés por el Banco Central europeo (BCE) la semana pasada, hasta el 4,22, en la cota 2008, antes del estallido de la crisis financiera.
Como consecuencia de ello y después de que el último indicador del mes bajara al 4,064%, las hipotecas de interés variable que se revisarán con la referencia de julio registrarán un nuevo incremento. Con respecto a junio, el aumento es de 14 puntos básicos, similar al registrado en el pasado mes, cuando pasó del 3,862% de mayo al 4,007%. Si se compara el nivel de julio de este año con el mismo mes de 2022, el aumento es de 3,29 puntos porcentuales. Además, el indicador continúa en máximos desde noviembre de 2008, cuando se colocaba en el 4,350%.
Esta evolución se traduce en que una hipoteca media de 141.798 euros (último dato del Instituto Nacional de Estadística con respecto a mayo) a 23 años y un diferencial del 1%, que hace un año pagaba 640,83 euros mensuales, ahora subirá, en caso de que julio acabe con esta media más el diferencial del 1% en 870,73 euros. Eso supone 229,90 más al mes y 2.758,80 euros más al año. Con esta herramienta se puede calcular para cada caso concreto.
En referencia a la subida, el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, durante la presentación de los resultados semestrales el viernes pasado, afirmó que el euríbor irá descendiendo y es un problema que "irá a menos". A su vez dijo que que el índice empezará a bajar a finales de este año y aseguró que "no es verdad" que las hipotecas hayan subido 300 euros al mes por la subida de tipos. En base al perfil de sus clientes, la entidad, que en su día apostó por las hipotecas a tipo fijo, el incremento en las hipotecas a tipo variable se sitúa entre 90 y 110 euros al mes.
En junio,el euríbor a un año superó la media del 4% por primera vez en 15 años. A pesar de la escalada que supone desde hace un año especialmente para quienes tienen que revisar sus préstamos variables, lo que se hace semestral o anualment, la tendencia de esta referencia se va moderando a medida que se estima que puede estar cerca el finalo de las subidas del precio del dinero por parte del BCE.
En todo caso, la auoridad monetaria de la zona del euro aún no ha dado muestras claras de que el final esté cerca y no se descarta un nuevo aumento en la reunión del BCE del mes de septiembre. Lo cierto es que el encarecimiento de los préstamos ha reducido la demanda de financiación nueva para comprar viviendas, lo que se refleja en la concesión de hipotecas y lo recogen los resultados de los grandes bancos hasta junio.