Las importaciones del motor gallego caen un 60% con el avance del coche eléctrico

La automoción está cambiando a ritmos acelerados. Azuzados por las administraciones y el cerco a los motores de combustión, los fabricantes están dando un gran impulso al vehículo eléctrico, que pasó de ser algo en lo que trabajar con un nicho de mercado pequeño a una obligación en plena expansión. Stellantis es ejemplo de ello, fabricando gigafactorías de baterías (cinco por el momento) y adaptando sus plantas para hacer modelos cero emisiones, como ya hace en Vigo. Este es precisamente uno de los motivos por los que la balanza comercial de la automoción gallega deja un dato llamativo en el primer trimestre. Ya no tanto en las exportaciones, que muestran fortaleza con un incremento de un 10%, sino por las importaciones. Las compras de la industria han caído casi un 60% con descensos, principalmente, en los componentes que tienen que ver con los vehículos fabricados con motores a gasolina y diésel. Fueron 522,3 millones de euros, por los casi 1.300 en los tres primeros meses del año pasado o los 1.740 millones en el mismo período de 2021.

Según los datos del Instituto Galego de Estatística (IGE), Galicia exportó en marzo 3.018,5 millones de euros, un 31,1% más que en el mismo mes de 2022. Si bien el dato supone un incremento respecto a la media estatal (+17,7%), no sucede lo mismo en el acumulado del año, con un avance del 8,2%, 7.317,5 millones de euros, frente al 14,6% de avance en el conjunto del país.

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El informe del IGE refleja que los productos con mayor influencia positiva en las exportaciones gallegas fueron las ventas de vehículos automóviles, principalmente de Stellantis Vigo y de sus proveedoras. Representan un 26,4% del total en el primer trimestre, 1.933,6 millones. En la otra cara de la moneda están las importaciones: bajaron un 13,2 %, hasta los 2.055 millones de euros, representando la automoción un 9,9% del total con un descenso del 59,6%.

De acuerdo con los datos más en detalle de la Secretaría de Estado de Comercio, los productos que más caen en el epígrafe del automóvil respecto a los tres primeros meses de los años precedentes son aquellos que tienen que ver con los motores a combustión. Así, por ejemplo, las cajas de cambio y sus partes cayeron hasta marzo un 61%, al igual que lo hicieron los tubos de escape un 23% o los embragues un 32%.

Sin embargo, la principal variación tiene que ver con el epígrafe general en el que se engloban las piezas correspondientes a los motores a combustión, el de mayor cuantía y que pasó de representar 895 millones a solo 59, una caída del 93%.

Por países, Francia, hogar de la matriz en su día de PSA y hoy uno de los principales bastiones de Stellantis (creada tras la fusión con FCA), es el principal mercado en el que hace sus compras la automoción gallega. Es de allí de donde salen los motores y es ahí donde se ha notado con mayor gravedad la caída. En los tres primeros meses del año pasado se trajeron productos galos por valor de 1.030 millones, un peso de casi el 80% en los casi 1.300 en total. Por contra, en este curso fueron 248 millones de los 522,3, representando el 47%.

En cuanto al destino de las exportaciones de la automoción gallega, la UE es protagonista con Francia a la cabeza, con productos (principalmente coches) por valor de 437,7 millones de euros. A este le sigue Reino Unido, con 268,2 millones, y Bélgica (a donde también llega la autopista del mar desde Vigo), con 217,1 millones. Turquía fue de los países que más creció, al pasar de 78,5 millones a 188,1, casi un 140% más.

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