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Solo el 11% de los gallegos menores de 35 años independizados está hipotecado

Hace diez años rondaban el 40% | Los bajos salarios de los jóvenes y las condiciones de los bancos lastran el acceso a la vivienda | La cuota se lleva el 34% de su sueldo medio

Dos jóvenes pasean por delante de una inmobiliaria con pisos a la venta José Lores

En la fotografía económica incluida en su reciente informe anual, el Banco de España destaca la “especial vulnerabilidad” de los hogares en las condiciones de acceso a la vivienda. “Se han endurecido en los últimos años”, apunta el supervisor, tanto a la hora de comprar como en el régimen de alquiler. El 82,6% de las familias vivían en un inmueble de su propiedad en 2011. En 2020 representaban menos del 74%, una “acusada reducción” que “habría contribuido a un aumento de la desigualdad”.

La caída es todavía más intensa en el caso de los jóvenes. Hace diez años, el 69% de los menores de 35 años emancipados eran dueños de sus casas. Ahora rondan el 36%. Por ellos se explica “en buena medida” el crecimiento del negocio del arrendamiento, la alternativa para los colectivos con menor renta “por la situación del mercado laboral y los criterios de concesión de crédito hipotecario”. “La residencia en viviendas de alquiler es relativamente mayor en los trabajadores asalariados sin contratos a tiempo completo y entre los desempleados –detalla el organismo gobernado por Pablo Hernández de Cos–. Esta situación es particularmente relevante entre los jóvenes, que se sitúan en una mayor proporción en la cola inferior de la distribución de la renta”.

En Galicia se juntan el hambre con la ganas de comer. El invierno demográfico estrangula el relevo generacional y debilita la demanda potencial de vivienda. Los residentes de 20 a 34 años se desplomaron casi un 30% en los últimos diez años, hasta los 366.388; y hay unos 195.000 afiliados a la Seguridad Social en esa misma franja de edad en estos momentos, un 14% menos que en 2013. Hasta la entrada en vigor de la reforma laboral, su tasa de temporalidad superaba el 90%. Ahora se sitúa por debajo del 70%, según los últimos datos del Ministerio de Trabajo. El salario de estreno en el mercado laboral no alcanzó los 1.000 euros hasta hace poco, en 2021; y el sueldo medio de los asalariados de 26 a 35 años en la comunidad fue de 16.590 euros –1.185 euros mensuales repartidos en 14 pagas– en 2021, como recoge la Agencia Tributaria en su radiografía del IRPF.

Más de la mitad de los hogares jóvenes en Galicia viven en viviendas alquiladas

Con menos jóvenes por la propia evolución demográfica y más dificultades para independizarse, el número de hogares en Galicia formados por menores de 35 años no ha parado de descender. En 2010 eran unos 93.500. En 2015, todavía con la economía sin recuperarse del todo del pinchazo del ladrillo que tanto paro provocó, precisamente, en el colectivo, rondaban los 67.200; y en 2020 eran unos 51.300.

El cambio es cuantitativo y cualitativo. Una década atrás, el 40% de esos núcleos familiares de jóvenes estaba pagando una hipoteca. Otro 9,7% ya tenía la vivienda en propiedad; el 21% residía en un inmueble cedido; y el alquiler suponía el 29%. En 2020, según el Instituto Galego de Estatística (IGE), los arrendamientos pasaron a ser la mayoría: 53,9%. El porcentaje de viviendas cedidas se mantiene en el 21%; los que ya completaron el crédito alcanzaron el 14%; y únicamente el uno de cada diez (el 10,8%, unos 5.600 menores de 35 años) estaba hipotecado.

Sin rastro de los préstamos que cubrían hasta el 100% del valor tasado de los pisos durante la burbuja del ladrillo, comprar obliga en la actualidad a disponer de entre un 20% y un 30% del importe de entrada. Otra barrera más. Antes incluso de la subida de los tipos de interés y el acelerón del euríbor, la mensualidad hipotecaria ya superaba el 30% del umbral máximo fijado por los expertos para asumir la adquisición en función de los ingresos sin caer en el sobreendeudamiento. Con una cuota de 473 euros en 2021, el pago al banco se llevaba el 34% de la retribución media de los trabajadores de 26 a 35 años.

Las ventas bajan por cuarto mes consecutivo en Galicia

La compraventa de viviendas cayó en marzo en Galicia, y van cuatro meses consecutivos ya, un 8,2% respecto al mismo mes del año anterior, 2,5 puntos más que la media de España, donde la caída fue del 5,7% en tasa interanual, con lo que este indicador se sigue enfriando y acumula dos meses consecutivos en negativo, en un contexto marcado por la subida de tipos de interés para frenar la inflación y el consecuente encarecimiento de la financiación.

En el mes de marzo se registró la compraventa de 1.750 viviendas en Galicia, de las que la práctica totalidad eran viviendas libres (1.698); mientras que tan solo 52 eran viviendas protegidas. La mayor parte de compraventa de viviendas eran usadas (1.357) y se comercializaron 393 nuevas.

En el conjunto de España, a pesar de esta caída, con respecto al mes anterior (febrero) la compraventa de viviendas se incrementó más de un 11%, según la estadística publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En concreto, en marzo se contabilizaron 55.778 operaciones. Con estos datos, en el primer trimestre del año las transacciones de vivienda se anotaron un descenso del 2,1%. Tras cerrar diciembre con una bajada superior al 10%, las caídas se interrumpieron en enero al registrar una subida del 6,6%. En febrero volvieron a descender en la misma proporción, una tendencia que siguió en marzo.

En marzo disminuyeron tanto las compraventas de vivienda nueva como las de segunda mano con respecto al mismo mes de 2022. El mayor descenso se dio en aquellas nuevas con una caída interanual del 7,5% hasta las 10.469 unidades. Las compraventas de vivienda usada, que siguen liderando el mercado al acaparar más del 80 % de las operaciones, cedieron en marzo un 5,3 % hasta las 45.309 operaciones. Con respecto a febrero ambas experimentaron crecimientos, del 11,9% en el caso de la vivienda de segunda mano y del 7,9% en aquella nueva.

Las compraventas de viviendas cayó en el primer trimestre del año en relación al mismo período de 2022 en 10 de las 17 comunidades, sobre todo en Baleares (14,8%), Cantabria (13,6%), La Rioja (12,9%) y Madrid (11,1%), muy por encima del descenso medio del 2,1% en el conjunto del país.

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