Empleo y beneficios elevaron los ingresos de Hacienda en Galicia en 1.000 millones

La recaudación alcanzó un récord de 9.147 millones tras un alza del 12% en 2022 | El IRPF creció un 15% y Sociedades el 27% | El IVA solo subió el 2,8% pese a la inflación

Fotomontaje sobre oficina de la Agencia Tributaria.

Fotomontaje sobre oficina de la Agencia Tributaria. / Marta Fernández/FDV

Julio Pérez

Julio Pérez

Solo las rebajas en los impuestos vinculados al recibo de la luz para contener el impacto de la crisis energética desatada por la guerra en Ucrania en el bolsillo de los hogares españoles costaron más de 6.600 millones de euros el pasado año. A eso hay que sumar la bonificación de 20 céntimos por litro en los carburantes de automoción, la ayuda de 200 euros para la rentas más bajas o los incentivos en el transporte público, incluida la gratuidad del tren en la red de cercanías y media distancia. El considerable esfuerzo presupuestario no evitó, sin embargo, que las cuentas públicas del país cerrasen el pasado año con casi dos puntos menos de déficit que en 2021, el 4,8%, mejorando las previsiones del propio Gobierno que esperaba un desajuste del 5%. La explicación viene de una recaudación fiscal récord. Alcanzó los 255.463 millones de euros, un 14,4% por encima del ejercicio anterior, impulsada por la clara resiliencia de la economía y, en parte también, por la inflación. La subida de los ingresos de la Agencia Tributaria en Galicia fue algo menor que en el conjunto del Estado, el 12,2%, pero el saldo también bate su máximo histórico: 9.147 millones de euros, prácticamente 1.000 millones más que en 2021 (8.151 millones).

La principal fuente de ingresos del organismo en la comunidad fue el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Su aportación creció el 15,4%, hasta los 3.900 millones de euros, gracias al buen ritmo de creación de empleo, especialmente en sectores de alto valor añadido y mejores salarios; a los efectos de la reforma laboral que allanaron el camino a la contratación indefinida y, por tanto, ocupaciones menos precarias; y a la revalorización de las pensiones. La mitad del crecimiento de la recaudación fiscal en Galicia y en el resto del país procede del IRPF. El pilar fundamental del gravamen son las retenciones por rentas del trabajo, con “un fuerte aumento” del 12,6% por “el crecimiento del empleo, en particular en el sector privado, por la subida de los salarios y pensiones medias y por el incremento del tipo efectivo que llevaron aparejado esas subidas”, detalla la Agencia Tributaria en el balance que acaba de publicar.

El Impuesto sobre Sociedades dejó 1.741 millones de euros en la comunidad, un 27% más, mientras que en el conjunto del Estado medró el 20,8%, “reflejo, principalmente, de la muy favorable evolución de los beneficios tanto en 2022 como en 2021”. “Los primeros se manifestaron en un fuerte aumento de los pagos fraccionados (17,7%), generalizado además por tipo de empresa, aunque especialmente elevado en los grupos consolidados y, dentro de ellos, en los grupos de los sectores bancario y energético”, señala el fisco, en línea con la radiografía de la recuperación del negocio y las ganancias de las empresas divulgada esta misma semana por el Banco de España.

La aportación del IVA en Galicia no se diferencia mucho a la que tuvo en 2021. Fueron 2.986 millones de euros después de una subida del 2,8%. El ascenso de la recaudación global del Estado en uno de los gravámenes más ligados al consumo llegó al 13,9%. Si se añade la recaudación perdida por las medidas sobre los consumos energéticos, el porcentaje subiría al 16% y al 19,4% con la corrección del impacto negativo en los ingresos la agilización en las devoluciones en la última parte del año. “De cualquier forma, las tasas son muy superiores al incremento de los precios en el mismo periodo”, subraya la Agencia Tributaria. Entre noviembre de 2021 y octubre de 2022, que son los meses con repercusión en la recaudación anual, el IPC avanzó de media el 8,4%, “lo que indica que el crecimiento no solo fue consecuencia de la subida de los precios –continúa el organismo–, sino también de la intensa recuperación del consumo”.

La inyección por el Impuesto sobre Tráfico exterior fue de 190,5 millones de euros, un 30,8% más que el ejercicio anterior. La del IRPF que abonan las personas no residentes también se expandió el 36%, con 152 millones. La única partida en negativo fueron los Impuestos Especiales. Cayeron en Galicia cerca del 16%, hasta los 82,3 millones, lastrados por los efectos de las rebajas a los tributos vinculados a la electricidad. En toda España tampoco tuvieron una evolución extraordinaria. La recaudación se elevó un 2,5%. Son los únicos impuestos que todavía no recuperaron los niveles prepandemia. Los aplicados a los hidrocarburos crecieron únicamente el 4,3%. Los del tabaco, en cambio, rompieron con cinco ejercicios consecutivos a la baja. Algo más de la mitad de su subida, que fue del 9,3%, se achaca al encarecimiento; el resto “cabe atribuirlo a un aumento del consumo”. 

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