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GKN Vigo firma el mayor contrato de su historia y se asegura trabajo hasta 2035

La planta de 900 trabajadores fabricará transmisiones para casi seis millones de coches eléctricos del grupo Volkswagen

Entrada principal a la planta de GKN Driveline Vigo en el polígono de Balaídos. | // MARTA G. BREA

GKN Driveline Vigo, la mayor planta de componentes del automóvil Galicia, puede presumir de tener su futuro despejado al menos hasta 2035. La multinacional, propiedad ahora del fondo Melrose Industries, ha confirmado el megacontrato al que aspiraban las plantas españolas de Balaídos, Legazpi y Zumaia para un volumen de casi seis millones de vehículos del grupo Volkswagen, para lo que fue necesario negociar un acuerdo de contención de costes por cinco años con los sindicatos. La directora del centro gallego, Chelo Domínguez, informó ayer a los 800 empleados de que adicionalmente la compañía se ha comprometido a asignar a GKN Vigo el pedido de la siguiente generación de la Fiat Ducato (Stellantis), un volumen de trabajo vital para la sostenibilidad de los turnos actuales en la factoría.

El contrato de Volkswagen es el mayor firmado en la historia reciente del complejo fabril vigués tanto por volumen como por vigencia, ya que garantiza una década de trabajo: 2025-2035. El acuerdo entrará en vigor el próximo sábado después de que la planta remitiera el plan de competitividad alcanzado y refrendado por la plantilla el pasado 13 de marzo. “Confiamos en que este acuerdo, con fecha efectiva del 1 de abril de 2023, sea muy positivo para todos, puesto que da continuidad a la confianza que GKN ha depositado en la planta de Vigo en los últimos años, transfiriendo volúmenes importantes que han dado trabajo a un considerable número de personas y aumentando las ventas por encima del nivel anterior al COVID”, explicó Domínguez a los trabajadores.

La multinacional había puesto a competir a las plantas españolas con las de Hungría por este contrato de Volkswagen (el código interno del proyecto es MEB1) para vehículos de la marca alemana y también de Seat. El acuerdo alcanzado en Vigo contó con el visto bueno del comité de empresa al completo (CIG, CUT, UGT y CC OO) y fue refrendado por la plantilla. En cuanto a las condiciones acordadas, la parte de la contención salarial es la más relevante, con esa limitación de un aumento salarial para este año y el siguiente, así como la del trienio siguiente, limitada al IPC con un tope del 3%. En juego estaban dos referencias para los coches eléctricos que Volkswagen y Seat fabricarán en sus plantas españolas, con un volumen estimado de seis millones de vehículos para el periodo 2025-2035, que se traducen en casi 12 millones de transmisiones, con sus árboles y juntas correspondientes (que son los componentes en los que están especializadas las factorías españolas de GKN).

A mayores de este contrato, GKN se ha comprometido, como avanzó este periódico, a la continuidad de la siguiente generación del Fiat Ducato a partir de 2024, “actualmente vital para la sostenibilidad de los turnos de trabajo de transmisión y árbol”, según indicó Domínguez.

Historia

GKN Driveline tiene la mayor planta de componentes del sector en Galicia a través de sus instalaciones en el polígono de Balaídos. Allí trabajan unos 800 trabajadores facturando productos de sistemas de transmisión, erigiéndose como la segunda firma del motor gallega (tras el fabricante que pilota Carlos Tavares) en cuanto a volumen de trabajadores en una sola instalación. Los orígenes de GKN Vigo se remontan a 1973. Ese año, Citroën Hispania y Seat fundaron en el Polígono de Balaídos Industrias Mecánicas de Galicia S.A., Indugasa, para fabricar componentes para la factoría de coches viguesa. Trece años más tarde, en 1986, se produjo su venta a la multinacional británica GKN y la firma comenzó a diversificar su cartera de clientes.

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