El Gobierno luso pacta con la distribución bajar el IVA a alimentos como el pescado

La disparada inflación lleva 44 productos al 0%, entre ellos siete especies pesqueras | “Demuestra que la petición es posible y justificada”, avisa el sector del mar español

António Costa, a la izquierda, durante la firma con las patronales CAP y APED.

António Costa, a la izquierda, durante la firma con las patronales CAP y APED. / PORTUGAL.GOV.PT

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

El Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejó a comienzos de mes que la inflación exclusivamente de los alimentos repuntó en febrero hasta el 16,7%. La cifra, casi un punto por encima del 15,4% de enero y superior también del récord del 15,7% de diciembre, llegó a pesar de la supresión temporal del IVA a productos de primera necesidad (como del pan, frutas, legumbres o verduras) y la rebaja en otros del 10% al 5% (como pastas o aceites), en vigor desde el 1 de enero. El lunes a última hora de la tarde, Portugal apostó por una solución parecida a la española, aunque llevando al 0% un total de 44 alimentos y en un contexto peor, con una inflación en los alimentos que supera el 20% (el 20,1%, concretamente). Eso sí, en su caso también incorporó algunos productos de carne y pescado, con siete de las especies pesqueras más consumidas por la población como son el bacalao, sardina, merluza, caballa, dorada, jurel y las conservas de atún.

El Ejecutivo socialista portugués firmó un acuerdo con los sectores de la producción y la distribución de su país para aplicar el IVA cero a una cesta de 44 productos alimentarios. El denominado Pacto para a estabilização e redução de preços dos bens alimentares, que incluye apoyos a los productores para hacer frente al aumento de sus costes, fue alcanzado junto a las patronales lusas de los productores (CAP) y las empresas de distribución (APED). Según el primer ministro, António Costa, tendrá un impacto en las arcas públicas de 600 millones de euros.

“Tenemos que trabajar todos juntos para encontrar la mejor solución posible para los ciudadanos que consumen productos vendidos en el comercio minorista”, señaló Costa, que también avisó después de esto los precios pueden volver a subir, ya que “nadie sabe cuánto durará esta guerra y mientras dure existe el riesgo de que los costos de producción aumenten aún más”.

“El Gobierno ha comprendido y reconocido que los productores necesitan compensaciones”, destacó el presidente de la Confederación de Agricultores de Portugal (CAP), Eduardo Oliveira e Sousa.

Por su parte, el director de la Asociación Portuguesa de Empresas de Distribución (APED), Gonçalo Lobo Xabier, dijo que el comercio “estará listo para asumir sus responsabilidades”.

Entre los 44 alimentos se encuentran algunos de los pescados más conocidos de la gastronomía lusa, como son el bacalao o la sardina. De igual forma, también están las conservas de atún, la dorada, la merluza y otras especies pelágicas como el jurel y la caballa.

Aunque no abarca todas las especies, la medida fue celebrada al otro lado de la frontera. Las patronales españolas de la industria (como Cepesca, Anfaco o Conxemar) llevan años reclamando una reducción del IVA para sus productos para que pasen del 10% a, al menos, el 4%. Una petición que intensificaron desde la pandemia y, en especial, en los últimos meses con la propuesta española aprobada antes de final de año para reducir el gravamen a ciertos alimentos.

La cesta portuguesa fue elaborada teniendo en cuenta criterios de alimentación saludable según nutricionistas y los productos más demandados por la población, lo mismo que defienden las patronales españolas, que entienden que de haberse hecho así en España se daría entrada a productos tan sanos como el pescado en las reducciones.

Sea como sea, la industria seguirá insistiendo y ahora utilizará el ejemplo luso en sus reclamaciones. “La hoja de ruta se mantiene, pero sin duda esto nos hace demostrar que nuestra petición es posible, justificada y razonable”, resumen fuentes de las patronales.

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La Generalitat Valenciana pondrá en marcha a mediados de abril el bono de ayuda para la cesta de la compra, una tarjeta bancaria prepago, con un saldo de 90 euros, que estará activada durante cuatro meses y se destinará al pago de alimentos en establecimientos de la comunidad autónoma.

Según anunció el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, este bono consumo irá dirigido a residentes en esta comunidad cuya renta familiar no supere los 21.000 euros y se estima que alcance a más de medio millón de familias valencianas. De igual forma, será compatible con el ingreso mínimo vital, la renta valenciana de inclusión y la ayuda de 200 euros del Gobierno.

La medida, a la que la Generalitat ha destinado 48 millones de euros, es fruto del “diálogo y el consenso” con los empresarios y sindicatos y una “exigencia ética” ante la necesidad de dar “un paso adelante” , aseguró Puig. 

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