Talleres Ganomagoga cambia de cerraduras "sin avisar" y deja a sus empleados "en la calle"

Los trabajadores de Talleres Ganomagoga no daban crédito esta mañana a lo que estaba sucediendo. Eran las 7:00 y, como de costumbre, pese a la crítica situación que atraviesa la compañía, en concurso de acreedores y camino de ser liquidada, acudían a sus puestos.

Lo hacían tras semanas de incertidumbre, en medio del proceso de negociación del expediente de regulación de empleo (ERE) que pretende saldarse con el despido colectivo de toda la plantilla: unos 130 trabajadores solo de esta compañía a los que se suman varias decenas de Aplimega (30 afectados), Cedval (20) y Logistics (otros ocho). Pero hoy, a diferencia del resto de jornadas, ya ni pudieron acceder a las naves que la empresa posee en Ponteareas.

Al raso y con el frío que todavía cala en el inicio de esta primavera, más si cabe a primera hora, el personal se ha encontrado con que la firma impulsada por Cándido González ha cambiado las cerraduras de sus instalaciones. Lo han hecho “sin avisar”, denuncian en declaraciones a FARO, destacando que han llamado a la Guardia Civil para dejar constancia.

“Nos estamos asesorando con los sindicatos para ver si es legal”, añaden, y recuerdan que en estos momentos todavía existe una relación contractual que les obliga a presentarse. La imagen de este lunes era cuanto menos llamativa: “Abrigándose” del frío con un bidón que arde con madera, los profesionales esperan a las puertas de la fábrica, “en la calle”, sin respuesta alguna de qué está pasando.

Permiso y concentraciones

Según ha podido saber FARO, la dirección de Talleres Ganomagoga entregó al comité un documento que autoriza “el disfrute de permiso retribuido a todo el personal”, dándole derecho a percibir “el 100% de todos los conceptos salariales, incluyendo el plus tóxico”. El mismo explicaría las imágenes de hoy, salvo la “sorpresa” que supuso este hecho para los trabajadores.

“En el momento que da el permiso y está negociando un ERE, la empresa puede cerrar las puertas sobre todo si no tiene actividad y para no incrementar las deudas en energías y demás”, comentan fuentes sindicales en este sentido, subrayando que a sus ojos “es una forma de desactivar la movilización y la visualización del conflicto”.

Mientras muchos de los empleados de la firma ponteareana permanecen en las inmediaciones del recinto en el que hasta hace poco venían prestando sus servicios, parte de la plantilla se ha desplazado hoy hasta el Concello de Mos, donde se han reunido a las 13:30 con su alcaldesa, Nidia Arévalo, para pedirle “apoyo” en relación al conflicto que atraviesan.

Vandalismo y robos

Ante las últimas declaraciones de los sindicatos, el Grupo Ganomagoga contactó con FARO para negar que no se haya facilitado toda la información posible a los empleados. “Desde la primera semana de enero se hicieron asambleas” en las que participó el actual gerente, expone el mismo, y hace tres semanas se concedieron permisos retribuidos “que los trabajadores rechazaron”.

“Se lo dimos para que en la situación en la que estamos no tengan que venir a la empresa”, apuntan desde la dirección de la compañía, que por otro lado asegura que todas las naves se han cerrado o cerrarán, a excepción de la de Cedval, por robos y actos vandálicos acontecidos a lo largo de este mes.

En Talleres Ganomagoga, ponen como ejemplo, estos hechos sucedieron los pasados jueves y sábado. Los daños por desperfectos y sustracciones ascienden a 12.000 euros, estima la firma de Cándido González, advirtiendo que ya ha puesto una primera denuncia en la Guardia Civil de Ponteareas y podrá otras dos por hechos similares en estas instalaciones y las de Mos.

“El cambio de cerradura lo comunicamos el viernes”, añaden desde la compañía, que ante la denuncia del comité ante Inspección de Trabajo por el “cierre patronal” de la empresa, donde quedarían objetos personales de parte de la plantilla, explica que no quiere quitarles “ningún protagonismo”: “Ellos donde hacen ruido es en una manifestación”.

En este sentido, condenan también que se hayan producido dos pintadas en la casa y la escuela en la que trabaja la hermana del gerente, “que nada tiene que ver con el negocio”. Estos hechos también los denunciarán, en este caso en la Policía Nacional de Vigo. “Por nuestra parte pensamos que es mejor trabajar para resolver esto de la mejor manera posible”, sentencian.