Manifestación

“Centos de familias non terán sustento”

Empleados de Ganomagoga protestan ante el Concello de Ponteareas y reclaman a su alcaldesa “implicación directa” en el conflicto para lograr “algún tipo de financiación”

Decenas de trabajadores de Ganomagoga, arropados por familiares y vecinos, ayer en su protesta ante el Concello de Ponteareas.

Decenas de trabajadores de Ganomagoga, arropados por familiares y vecinos, ayer en su protesta ante el Concello de Ponteareas. / Alba Villar

“Nós non somos responsables desta situación, os responsables son os señores empresarios”. Ese fue el grito de uno de los trabajadores del Grupo Ganomagoga que ayer se concentraron para reivindicar sus derechos ante la delicada coyuntura de la firma, “en vías de peche”. En un vídeo previo a la manifestación que ayer tuvo lugar ante el Concello de Ponteareas, el empleado hizo un llamamiento “á veciñanza en xeral” para que acompañase en este conflicto a la plantilla, que exigió que las administraciones públicas “boten man disto dunha vez”. “Estamos falando non soamente do noso pan, senón de que isto era un sector estratéxico”, aseguraba, resaltando que principalmente producen tubos para aerogeneradores eólicos: “As traballadoras e traballadores non nos explicamos como pode estar acontecendo isto despois de estar traballando continuamente como se estivo aquí ata fai moi pouco. O que si sabemos é que agora centos de familias van a quedar sen o que era o seu sustento”.

Los profesionales del conglomerado empresarial, que la semana pasada comunicó un ERE extintivo a todo el personal de sus cuatro compañías –Talleres Ganomagoga (unos 130 afectados), Aplimega (30 más), Cedval (una veintena) y Logistic (otros ocho)–, se agruparon ayer en un encuentro multitudinario al que asistió más de un centenar de personas –entre ellos numerosos afectados por el despido colectivo– y que tuvo como objetivo pedir a la alcaldesa ponteareana, Cristina Fernández Davila, su “implicación directa” en el asunto.

A la atención de la regidora local, el presidente del comité, Xabier Pérez, leyó un manifiesto que posteriormente se entregó a su administración. Dejando constancia de que Grupo Ganomagoga es la firma más importante en número de trabajadores para el Concello de Ponteareas, desde la CIG y CC OO también recordaron el “importante volumen de riqueza directa e indirecta” que supone su actividad para la comarca. Por este motivo, reclamaron “o apoio de todo o equipo de goberno e tódalas formacións políticas existentes na corporación municipal” para tratar de buscar “algún tipo de financiación ou interlocución” que garantice su continuidad.

La protesta, encabezada por una gran pancarta con un mensaje que se está volviendo habitual –“Por mala xestión estamos nesta situación”–, se llevó a cabo con aparente tranquilidad y a las puertas de que comience el periodo de negociación del despido colectivo, este jueves. Será entonces cuando se materialice el primer cara a cara formal entre dirección y sindicatos, que tendrán 15 días de margen para determinar en qué condiciones se acabará produciendo un ERE extintivo que por lo pronto amenaza con cobrarse cerca de 200 puestos laborales. En la reunión, los profesionales recibirán una explicación más explícita de lo que ocurrió para terminar de esta manera.

Esa jornada realizarán una nueva concentración que se iniciará en las instalaciones que el Grupo Ganomagoga posee en Areas y que finalizará ante el Concello de Ponteareas, aunque antes –concretamente mañana– los representantes del personal se reunirán con responsables de la Consellería de Economía, Industria e Innovación que dirige el vicepresidente primero de la Xunta, Francisco Conde. Según ha podido saber este periódico, en dicho encuentro estaría previsto que pidan el “rescate” de la sociedad.

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La planta de Talleres Ganomagoga en Areas cumple hoy una semana sin electricidad y durante este tiempo los trabajadores han tenido que ingeniárselas como han podido para sacar adelante la escasa carga laboral que, de momento, albergan estas instalaciones. Prácticamente sin material, según confirmaron varios empleados ayer a FARO, solo quedarían cuatro tubos para construir torres eólicas que iban a ser reparados o piezas menores y lo poco que ha salido de la fábrica –principalmente destinado a GRI Towers para poder pagar las nóminas adeudadas al personal– ha sido gracias a un generador a base de combustible que ha dado la corriente precisa a los dos puentes de grúas que allí se utilizan para despachar la mercancía. “É unha medida puntual”, explican, más paliativa que ocasional, y llega después de que la empresa anunciase el ERE extintivo que, de saldarse, les dejará en la calle.

Los profesionales, que actualmente continúan asistiendo a sus puestos pese a no tener casi actividad, hay días que únicamente se han centrado en limpiar dicho centro, que se vacía a cuentagotas mientras sigue sin entrar nuevo producto. Conforme indican, la compañía llegó a proponer a la plantilla la posibilidad de solicitar permisos retribuidos para ausentarse, algo que no acabó cuajando porque quienes aceptasen esta oferta verían reducido su salario al no cobrar complementos: “Non estamos dispostos a perder máis do que podemos perder”.

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