Ribera prioriza parques eólicos marinos “de máximo consenso” y tamaño “gestionable”

La ministra para la Transición Ecológica insiste en el diálogo con la pesca, pero avisa: “No se puede prohibir un sector” | Los promotores reclaman “reglas claras” para la subasta

La organización del GOinterHUB con Ribera.

La organización del GOinterHUB con Ribera. / GOE-ASIME

Julio Pérez

Julio Pérez

Además del reto inherente al estreno de una nueva tecnología en un escenario inédito, el despliegue de la eólica marina se enfrenta a un desafío todavía mayor en busca del abrazo social. La situación guarda muchas semejanzas con la aparición de los primeros parques en tierra hace 30 años en Galicia, pero la sensibilidad ambiental y económica del ciudadano es otra bien distinta. En los cinco días transcurridos desde la aprobación de los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM) con las zonas aptas para el desarrollo de la eólica offshore, la pesca ha liderado la oposición más férrea, acusando a la ministra para la Transición Ecológica de “ecocidio” y “pescacidio”. Teresa Ribera apuesta por bajar los decibelios del debate. Los espacios elegidos suponen “sólo el 0,46%” del espacio marítimo español e, incluso, no se utilizará todo. “Nos falta la regulación, la decisión sobre cuáles son los criterios para la convocatoria de las subastas y para la delimitación de qué espacio necesariamente sale en cada una de las zonas. Pueden salir polígonos de menor tamaño”, detalló la también vicepresidenta tercera ayer, durante la sexta edición del GOinterHUB, el congreso internacional de referencia de eólica marina en España, impulsado por GOE-Asime.

En su intervención ante los líderes del sector reunidos en Ferrol y la llamada al diálogo que reiteró después con los medios de comunicación, Ribera defendió la “visión garantista” de los POEM “para todas” las actividades vinculados al mar. La energía es, precisamente, una más, “una nueva que aspira a ser también parte del colectivo que podemos llamar economía azul”. “Tenemos que asegurar que esa convivencia sea positiva”, proclamó, y la zonificación imposibilita “que crezcan como setas iniciativas que pueden estar muy bien intencionadas, pero que dificultarían la implantación ordenada de la offshore”.

Es “normal” para la ministra que “las personas que ha vivido prácticamente sin vecinos en este espacio”, ahora “sientan preocupación”. “Mucho más difícil de entender –matizó– es pretender que no puedan aparecer nuevos vecinos”. Teresa Ribera defiende que los primeros POEM de la historia incorporaron muchas peticiones de la pesca, salvo aquellas que pedían el veto a los parques. “Sería una falta de responsabilidad –afirmó–. De hecho, sería muy difícil gestionarlo en nuestro ordenamiento jurídico”. “No se puede demostrar ningún efecto negativo. Al contrario, por el tipo de anclaje y distancia de los aerogeneradores, se produce una regeneración de las especies”, sostiene la ministra, que apela a imitar “las buenas prácticas” de los países donde hay ya experiencia, incluidas “compensaciones a las comunidades locales”.

De cara a las subastas de polígonos que previsiblemente se convocarán en el primer semestre, Ribera dejó entrever que el tamaño importará: “Es muy importante que las primeras sean en aquellos espacios que, por sus dimensiones, sea una escala gestionable que nos permita entender cómo se va desarrollando”. El otro principal criterio vendrá “del máximo consenso con las comunidades locales”. “Debe ser una experiencia positiva para todos”, resumió.

El nuevo marco normativo “nos va a permitir impulsar de forma decidida esta industria en la que especialmente Galicia tiene mucho que decir”, reivindicó Justo Sierra, presidente de Asime, convencido de la oportunidad para convertir a la comunidad “en un hub de referencia” y exportador de “tecnologías pioneras”. “Hay 1.600 personas trabajando directamente en offshore wind en Galicia y la cifra podría llegar a los 5.000”, remarcó. La cadena de valor es clave, como coincidió Paula Uría, secretaria xeral de Industria de la Xunta, que reclamó “respeto al resto de actividades y la biodiversidad” .

Tanto los puertos como los astilleros, desde Navantia a Armón Vigo o Gondar, confirmaron la oportunidad histórica tras muchos años trabajando para fuera. “La eólica marina marca la agenda industrial y energética de Galicia”, señaló el vicepresidente Francisco Conde.

“Hablemos y no     nos tiremos los trastos a la cabeza” Mientras la vicepresidenta tercera se reunía con un grupo de jóvenes ingenieros –Teresa Ribera presentó la eólica marina como uno de los sectores para retener talento y evitar la emigración de jóvenes “como los 75.000 que se fueron de Galicia los últimos diez años”–, el portavoz de la Plataforma de Defensa de la Pesca, Torcuato Teixeira, que pidió su dimisión, insistía en los medios sus críticas. Y se vieron la cara. “Hablemos y no nos tiremos los trastos a la cabeza”, le pidió la vicepresidenta tras agarrarse las manos.   | J. P.

Los promotores del GOinterHUB. / GOE-Asime

Todos los promotores con proyectos conocidos o en cartera para Galicia ven la aprobación de los POEM desde “la moderación” por lo mucho que falta todavía por conocerse, desde las condiciones de la subasta a cómo se articularán los parques iniciales. Raúl Martín, Head of Offshore Wind de Greenalia, apuntó a “proyectos pequeños y medianos” para “ir escalando luego con miras más allá de 2030”, cuando el Gobierno quiere tener encendidos entre 1.000 y 3.000 MW. “Con parques precomerciales no vamos a hacer industria”, advirtió Pablo Alcón, Offshore Director de Capital Energy. La delegada en Galicia de Desarrollos Renovables de Naturgy, María Landeira, fijó un mínimo de 200 MW en los parques para subastas “en las que se asegure la competencia leal y eficaz” y una precalificación “que garantice la solvencia técnica”. “Hay que recompensar el diálogo y la transparencia”, instó Carlos Martín, CEO de BlueFloat Energy, poniendo el acento en el “al menos” 30% de la puntuación para la componente social del proyecto.

En el precio, que suele suponer el 70%, Inma Estrada, directora de Desarrollo de Esteyco, alertó sobre “la fórmula que lo define, ante el riego de que acabe invisibilizando” en el resultado final la otra parte. José Partida, responsable de eólica marina en Repsol, y Dorleta Marina, directora de proyectos en IberBlue Wind elevan a 500 el mínimo de los parques; y José Luis Varela, asesor energético de Galenergy, lanzó una reflexión: “Si los beneficios van fuera, aquí solo quedarían los atrancos. Hay que repartir la riqueza”.

Ribera prioriza parques eólicos marinos “de máximo consenso” y tamaño “gestionable”

La ministra Teresa Ribera. / J.P.

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Mientras la vicepresidenta tercera se reunía con un grupo de jóvenes ingenieros –Teresa Ribera presentó la eólica marina como uno de los sectores para retener talento y evitar la emigración de jóvenes “como los 75.000 que se fueron de Galicia los últimos diez años”–, el portavoz de la Plataforma de Defensa de la Pesca, Torcuato Teixeira, que pidió su dimisión, insistía en los medios sus críticas. Y se vieron la cara. “Hablemos y no nos tiremos los trastos a la cabeza”, le pidió la vicepresidenta tras agarrarse las manos.  

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