El sector eólico urge planes industriales y compensar a zonas con parques marinos

La patronal del sector insta a los propios promotores y al Gobierno a preparar ya medidas en los proyectos y las subastas y “divulgar información real” para mejorar la aceptación

Trabajos de instalación del parque eólico flotante Kincardine en Escocia.

Trabajos de instalación del parque eólico flotante Kincardine en Escocia. / PRINCIPLE POWER

Julio Pérez

Julio Pérez

La alianza de BlueFloat Energy y Sener Renewable Investments, promotores del complejo Nordés de 1.200 megavatios (MW), el mayor parque eólico que se postula frente a las costas de Galicia, anunciaron ayer la renuncia a otro de sus proyectos offshore. El Mar de Ágata, de 300 MW en el litoral de Almería, no va adelante porque la zona prevista se quedó fuera de las ubicaciones posibles en los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM) recién aprobados por el Gobierno. Las dos empresas lamentan la decisión, “fundamentada principalmente en la minimización de la potencial afección sobre la pesca de arrastre por encima de otras consideraciones de carácter ambiental y socio-económicas”. Habrá, sin duda, más desestimientos. En la versión definitiva de los POEM desaparecieron otras 8 áreas identificadas inicialmente y la superficie total mermó un 38%. Además, los 42 parques con documento inicial de proyecto presentado en el Ministerio para la Transición Ecológica suman 13.400 MW de potencia, frente a los entre 1.000 y 3.000 del objetivo del Gobierno hasta 2030. Sí sigue en pie el Nordés. “Galicia tiene la oportunidad de impulsar la eólica marina con el territorio en el centro”, defienden sus impulsores, que apuestan “por un equilibrio entre viabilidad técnica, aceptación social y retorno territorial” ante el rechazo generado “por la falta de transparencia, diálogo y consenso con la ciudadanía y los actores del entorno”. BlueFloat y Sener aseguran que las futuras subastas de espacios para los parques “tienen la capacidad de exigir” la reconciliación con las comunidades locales.

El mensaje cunde en todo el sector. “Hay que trabajar en mejorar la aceptación social, tanto por parte de los sectores empresariales, como por parte de las administraciones e instituciones, para vencer el rechazo social que existe en algunos ámbitos geográficos”, destaca la Asociación Empresarial Eólica (AEE). Los propios promotores reconocen que el respaldo popular es un reto incluso mayor que la parte técnica y regulatoria. Hay movimientos opositores aquí y en el resto de Europa; contra la eólica marina, pero también para los parques en tierra y el crecimiento de la fotovoltaica. “La gente no está acostumbrada a la eólica en el litoral y hay sectores, como la pesca, que en algunos lugares como Galicia tienen una fuerte implantación local y mueven un tejido socioeconómico importante, y se sienten amenazados”, apunta Tomás Romagosa, director técnico de la AEE. “La falta de conocimiento real de lo que implican los proyectos –añade– genera rechazo, simplemente por un principio de precaución totalmente entendible”.

La patronal eólica urge mecanismos “para compensar posibles afecciones”, echando un vistazo a lo que se hace ya en otros países. “Los parques eólicos marinos generan mucho empleo alrededor, tanto en construcción como en operación, en el mundo naval, marítimo o portuario –sostiene Romagosa–. Las comunidades locales también se pueden ver muy beneficiadas”. ¿Cómo? “Con planes de reindustrialización local”, indica, vinculados a los proyectos por parte de los promotores. “Es importante que también se vaya trabajando en paralelo al desarrollo de las subastas para que no haya que improvisar luego”, avisa. El director técnico de la AEE subraya también la importancia “de la divulgación”: “Dar información sobre los proyectos, cómo se diseñan y se implantan, qué necesidades reales hay de ocupación de espacios, porque muchas veces se ve un polígono en un plano y se puede pensar que va a estar todo el litoral cubierto de aerogeneradores. Eso no es así, ni mucho menos”.

“Los parques generan mucho empleo que puede beneficiar a las comunidades locales”

Tomás Romagosa - Dir. técnico de la AEE

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El primer vistazo a las zonas para la eólica flotante finalmente incluidas en los POEM deja cierto sabor amargo en el sector. “Las cosas se complican en Galicia”, dice uno de los promotores con proyectos en Galicia a FARO. Cuatro de los cinco polígonos de la comunidad menguaron –un 80% el situado frente a Vigo y el Baixo Miño– y el único que creció lo hizo tan solo un 3%. “Estamos viendo si es posible adaptar nuestros planes”, cuentan en otra de las empresas promotoras. En eso están todas, según Tomás Romagosa. Haciendo cálculos, mediciones y estudios de fondo marino “para presentar proyectos lo más completos posibles y hacer ofertas más competitivas”. A pesar de la eliminación “de algunas zonas de alto potencial eólico”, la AEE cree que las áreas aptas son suficientes para cumplir la meta de tener hasta 3.000 MW a final de la década.

Y, ¿cómo se desplegarán los proyectos? ¿Serán parques pequeños ampliables? “Es una buena pregunta. El Gobierno no lo ha definido, ni tampoco dio muchas pistas”, señala Tomás Romagosa, que considera conveniente lanzar “parques medianos y grandes” desde el primer momento para generar economías de escala, aprovechar la maduración tecnológica y llegar de verdad a tiempo a 2030. “Quizás la duda está en la capacidad de acceso a la red de transporte”, señala, en referencia a las carencias en algunos enchufes al esqueleto eléctrico español en zonas seleccionadas para los parques.

Los cables eléctricos hacia tierra y su conexión son una prioridad. Las actividades con las que conviva la eólica marina deberán “facilitar el paso” y, durante la tramitación de la línea de evacuación, “su inviabilidad deberá estar justificada y el promotor deberá aportar una alternativa viable”, detallan los POEM, que exigen a los parques la ocupación del “menor espacio marino posible”. Entre la documentación exigida a los promotores hay, entre otras cuestiones, estudios de avifauna, de ruidos, de hábitats marinos, de integración paisajística y un análisis “sobre la actividad pesquera en la zona” con la obligación de garantizar “la coexistencia” entre ambas actividades. “Es previsible que, durante el proceso de autorización de los proyectos, incluida la evaluación ambiental de los mismos, se planteen más requerimientos para garantizar la compatibilidad de estas instalaciones con otros usos y actividad, así como la sostenibilidad ambiental”, detalla el documento. Todo eso se verá en la reforma de las autorizaciones que prepara Transición Ecológica que, como adelantó FARO, ha trasladado al sector la importancia de estrenar la eólica marina en España “con parques ejemplares”.

un nuevo sector

  • 13.400 MW

    En proyectos
    Hay 42 documentos iniciales presentados. El objetivo del Gobierno va de 1.000 a 3.000 MW en 2030.

  • 4.948 km2

    Superficie
    Las zonas de desarrollo mermaron un 35% respecto a la versión preliminar de los POEM.

  • 5 polígonos

    En Galicia
    El situado frente a Vigo y el Baixo Miño se recortó un 80%, hasta unos 117 kilómetros cuadrados. El mayor, de 1.806, está frente a la costa de A Coruña y Ferrolterra, donde hay dos más. El quinto está en A Mariña.

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