Citic Censa diversifica para paliar la caída de su mercado en Rusia por las sanciones

El país supuso el 70% de sus ventas desde 2018 | Esquiva la crisis con pedidos para minas en otros países, cementeras y pasteras | Aspira a facturar 30 millones este año

Embarque el pasado verano de los primeros molinos para una mina en Rusia.

Embarque el pasado verano de los primeros molinos para una mina en Rusia. / CITIC CENSA

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

Citic HIC Gándara Censa, el gigante de la calderería pesada asentado en Porriño, logró a comienzos de 2021 el que hasta el momento es el mayor contrato de su historia. La empresa consiguió cerrar un megapedido de 17 millones de euros para proveer de cuatro líneas de molinos (12 en total) a la Russian Copper Corporation, en un momento en el que la fiebre por la búsqueda de cobre u oro llevaba a las mineras a expandir sus instalaciones y a explorar más yacimientos. Cuando FARO publicó la noticia, nadie podía imaginar que menos de un año después estallaría una guerra a las puertas de Europa, un conflicto que sigue activo y cuyas consecuencias económicas todavía están muy presentes. La invasión de Ucrania supuso un golpe también para la industria en forma de alzas de precios y problemas de suministro, y Citic Censa vivió –y vive– ambos de primera mano. Lo que tampoco se esperaba es que las sanciones impuestas a Rusia por el ataque acabasen dinamitando el mercado en el país para la calderera. “Se ha caído completamente”, lamenta el CEO de la firma, Juan José Agulla, que asegura que han logrado esquivar una crisis con pedidos para minas en otros países, cementeras y pasteras, es decir, diversificando su cartera de productos. “Tenemos carga de trabajo para todo el año”, explica.

Desde 2018, los encargos para las minas de Rusia significaron el 70% facturación de la empresa porriñesa. La firma, en manos del conglomerado estatal chino Citic Group (a través de Citic Heavy Industries) desde 2011, confiaba en los primeros meses del conflicto en poder esquivar los problemas que estaba dejando el conflicto en Ucrania. Y en cierto modo, lo consiguieron durante un tiempo. La mitad de aquel megapedido, dos líneas completas, fue enviado el pasado verano desde el puerto de Vigo, al tiempo que se firmaban más molinos para el país que domina Vladímir Putin con mano de hierro.

Con el enconamiento del conflicto y el aumento de las sanciones a Rusia, finalmente el mercado colapsó. “Había varios pedidos, pero todos se cayeron”, indica Agulla que cree que van a “tardar muchos años en regresar a ese mercado”.

Salida

En los últimos meses, desde Citic Censa se intentó encontrar una salida para los molinos ya facturados del megapedido y para cubrir de carga de trabajo la gigantesca factoría situada en el polígono de A Granxa. Y en ambos casos el resultado está siendo positivo. Las cuatro líneas restantes creadas para aquella mina que se levantaba cerca de Ekaterimburgo (situada 1.400 kilómetros al oeste de Moscú) acabarán ahora en otra situada en Kazajistán. “Se han vendido para otra mina de cobre. Están almacenados y se enviarán en verano”, confirma el CEO.

Vista aérea de la planta de Citic Censa en Porriño.

Vista aérea de la planta de Citic Censa en Porriño. / Citic Censa

A mayores de esto, la firma ha continuado sondeando el mercado minero para asegurarse más encargos, “recolocando” sus capacidades al servicio de empresas en países como Australia, Chile, Arabia Saudí o la propia Kazajistán, con más minas en desarrollo. “Lo que se pierde en Rusia se ha ganado en otros países”, explica el directivo.

A la espera de que fructifiquen los trabajos para entrar en el mercado de la hidráulica (presas) y potenciar el offshore, en lo que sí han encontrado acomodo y esperan crecer en los próximos años es el de equipos para cementeras y pasteras. “Estamos diversificando porque el cambio climático está produciendo cambios de tecnologías y las plantas cementeras y pasteras tienen que reciclarse para no consumir tanta energía; un 20 o 30 por ciento de su maquinaria tiene que cambiar”, señala Agulla.

En la actualidad pelean por un par de pedidos de pasteras, aunque ya tienen uno asegurado para una empresa de celulosa y papel en Guipúzcoa. Para allí fabrican una coraza de horno.

Citic Censa tiene un total de 205 trabajadores y el objetivo para este año es alcanzar una facturación de 30 millones de euros.

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