Acelerón “exprés” a la eólica en Galicia: 84 parques más y 2.400 millones de inversión

Los polígonos prevén la instalación de unos 570 molinos, que elevarían la potencia instalada en un 75%. Las empresas temen que no les dé tiempo a conectarse a la red antes de 2025

Parque eólico de Naturgy en A Pastoriza (Lugo).

Parque eólico de Naturgy en A Pastoriza (Lugo). / NATURGY

Lara Graña

Lara Graña

Si alguien dudaba de lo atinado que es el aforismo en España se dejan las tareas para el último día, el ejemplo de lo acontecido en las últimas semanas con el sector eólico espantará a eventuales descreídos. La situación era la siguiente: existían miles de megavatios (MW) sin instalar con derecho a conexión a la red eléctrica, pero atascados en una burocracia administrativa que no había cribado cuáles eran viables y cuáles no. La prórroga para preservar ese acceso a la red –inicialmente fijada para marzo del año pasado– caducaba este miércoles, y el resultado final da cuenta del apelotonamiento que existía en los cajones de las comunidades autónomas y el Ministerio para la Transición Ecológica. Solo en Galicia, esta ventana excepcional para la emisión de las declaraciones de impacto ambiental (que estaban pendientes) ha allanado la ejecución de proyectos con 2.912 MW de potencia conjunta, equivalente al 75% de la capacidad instalada a día de hoy en la comunidad. Al galope total, con la lengua afuera, este arreón renovable en Galicia conllevaría una inversión total superior a los 2.400 millones de euros, como ha analizado este periódico en base a la redacción de todos los proyectos finalmente verificados como “viables” y desbloqueados por la Consellería de Medio Ambiente y por el ministerio que comanda Teresa Ribera (para los de más de 50 MW de potencia instalada).

No ha sido en absoluto una barra libre: la Xunta tumbó 43 de los 120 expedientes resueltos, y desde Madrid se emitieron, de un total de 11 expedientes, dos dictámenes negativos (otros tres quedaron archivados). Entre los últimos polígonos desestimados figura el promovido por Greenalia para los concellos ourensanos de Baltar, Os Blancos y Calvos de Randín, que preveía la instalación de cinco aerogeneradores con 6,6 MW de potencia cada uno y una inversión de algo más de 27 millones de euros. Pero no superó el escrutinio de Patrimonio Natural: “No es posible determinar con total seguridad que no se vayan a producir efectos negativos sobre los valores naturales”, indica el informe. De otro lado está el parque Serra da Piñeira, que recibió sobre la bocina la declaración de impacto ambiental. Ubicado en los concellos de Baralla, Láncara y Becerreá, tendrá seis molinos de 170 metros de diámetro de rotor y que sumarán una potencia instalada de 35 MW. La inversión para levantar este polígono será, para la promotora Enel Green Power, de cerca de 33 millones de euros.

parques eolicos W

parques eolicos W / Hugo Barreiro

De media, los 77 proyectos que continúan su camino tras el visto bueno de la Xunta –el Ministerio verificó otros siete–, tendrán cerca de 30 megavatios de media de capacidad. Son los polígonos de menos de 50 MW, ya que los que superan esta potencia son los que tuvieron que ser analizados por el Gobierno central. El coste de ejecución de estos parques, también en promedio, rondará los 27 millones de euros por cada uno, importes que corresponden únicamente a la instalación de los aerogeneradores y las líneas de evacuación. Eso sí, la nómina de proyectos desbloqueados es heterogénea, con parques de unos 13 MW de potencia (Friol, de Greenalia) y otros del límite de los 50 MW que podía evaluar el Ejecutivo gallego (como el de Treboada, en los concellos de Ribas de Sil, Castro Caldelas, Chandrexa de Queixa, Pobra de Tribes y San Xoán de Río).

Nada que ver con los enormes complejos diseñados para alimentar de energía verde las plantas gallegas de Alcoa –o la de neumáticos de Sentury– y Showa Denko. El proyecto denominado Santuario y promovido por Enel desplegará 40 aerogeneradores, con una potencia instalada de 180 MWy una inversión asimilada de cerca de 150 millones de euros. A este respecto, el vicepresidente primero y conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, recalcó que los proyectos eólicos sujetos a PPA (Power Purchase Agreement, suministro de energía a largo plazo), junto con un precio eléctrico competitivo, son la solución que garantiza el futuro de la planta de Alcoa San Cibrao y aseguró que la Xunta va a seguir trabajando en esa línea.

Esta carrera final desbocada no ha despejado, eso sí, todas las equis, porque los parques deberán estar operativos y conectados a la red antes del mes de julio de 2025 si no quieren perder el enganche, de ahí que fuentes de la patronal eólica tengan serias dudas de que estos 84 proyectos validados entren finalmente en servicio. El tiempo apremia, porque los plazos de ejecución estimados por los promotores rondan los once meses una vez que estén despejadas todas las vías administrativas. Si se llevan todos a término, la eólica desplegará hasta 570 aerogeneradores en poco más de dos años.

[object Object]

El análisis de los proyectos presentados exhibe un trabajo complejo por parte de los técnicos de la Xunta, que se reforzó con más de un centenar de efectivos para analizar cada procedimiento. Algunos de los parques invadían espacios de especial protección, como yacimientos arqueológicos o vías de servicio público. O alteraban el entorno hasta el punto de poner en riesgo el potencial turístico de una zona, “pudiendo desvirtuar o alterar el entorno de su localización”. También se han tumbado polígonos por estar en zonas con un “alto nivel de ocupación de parques”, que podría generar “un efecto barrera sobre la avifauna, incompatible con las necesidades de estas poblaciones”. La contestación vecinal, vía alegaciones, ha sido también muy activa en todo el procedimiento.

Suscríbete para seguir leyendo