Solo tres de los grandes proveedores de Stellantis tienen capital gallego

Una decena de firmas cambió de manos en el último lustro | Multinacionales y fondos de inversión lideraron las operaciones y ninguna conllevó cerrar plantas

Exterior de las instalaciones de Plastic Omnium en A Pasaxe.

Exterior de las instalaciones de Plastic Omnium en A Pasaxe. / RICARDO GROBAS

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

El sector de la automoción gallego está, en estos momentos, en plena ebullición. Tras la reciente compra por parte de Grupo Segura de una de las plantas de Plastic Omnium en la comarca de Vigo, ya son una decena de fabricantes de componentes y auxiliares del Stellantis los que han cambiado total o parcialmente de propietarios en el último lustro. Sacando la reciente operación de la empresa valenciana, las operaciones estuvieron comandadas por multinacionales de capital extranjero y fondos de inversión. Y al contrario que sucedió en los años previos, apenas supuso el cierre de unidades productivas. De hecho, en la última década la única que bajó la persiana fue la de Forbo, en Mos, tras la compra por parte de la norteamericana HB Fuller. Un período en el que la principal operación fue la venta de la viguesa Viza a Magna, lo que deja solo tres grandes proveedoras en la zona con capital gallego: Copo, Marsan y Aludec.

Los últimos años fueron de grandes cambios para la industria, con hechos casi imposibles de creer y que afectaron –y siguen afectando– de forma global. El principal fue el estallido de la pandemia de COVID, que en España y en otros países llegó a suponer un cierre total, con toques de queda. Las consecuencias asociadas, sobre todo a nivel de escasez de materiales y de crisis logística, tuvieron un significativo impacto en la automoción, con la llegada de la crisis de los microchips. Y a ello se le sumó, el año pasado, la invasión de Rusia en Ucrania, que supuso un baile de proveedores y de fabricantes en ambos países (Ucrania contenía, por ejemplo, varias empresas de cableado para vehículos) y un nuevo golpe a la ya de por sí tocada cadena de suministros, acompañada de una crisis energética que todavía sigue suponiendo un reto.

En la última década la única planta que cerró tras un cambio de propietario fue Forbo

Aprovechando estos dos hechos, las Administraciones quisieron dar un giro al sector, apostando de forma decidida por la nueva movilidad y la expansión del vehículo eléctrico, aunque no de la mano de los fabricantes, como denuncia habitualmente el propio Carlos Tavares, CEO de Stellantis. Precisamente en este contexto nació el grupo formado por la fusión de PSA y FCA, creando de forma oficial en 2021 el que hoy es el cuarto fabricante a nivel mundial y activando una reordenación de sus plantas y modelos que activó parte de las operaciones en el sector.

El nacimiento del grupo con planta en Vigo fue el movimiento más significativo del último lustro, pero no el único. El último lustro comenzó con la mencionada compra de la viguesa Viza, segundo mayor proveedor gallego de automoción, por parte de la canadiense Magna. Aquella operación, fraguada en 2018, afectó a un total de cinco plantas: una en Porriño, dos en Marruecos, otra en México y una más en República Checa.

Otro gran movimiento aquel año y que todavía sigue resonando es el que afectó a la británica GKN, con una factoría en Vigo que es la que más empleo genera, con más de 800 trabajadores. El fondo de inversión Melrose Industries adquirió el grupo por 8.100 millones de libras (unos 9.300 millones de euros, al tipo actual de cambio) y desde entonces ha cerrado ya cuatro factorías: una en Italia (Florencia), otra en Inglaterra (Birmingham) y dos en Alemania, en Kaiserslautern y Zwickau, esta última la semana pasada.

Por su parte, la viguesa Izmar estuvo ligada a dos operaciones. Una fue aquel 2018, con la venta a la también olívica Gaypasa de una planta en Barcelona. La otra fue al año siguiente, con la compra por parte de un holding inversor gallego de la firma, lo que afectó a tres plantas en Valladares, Vitoria y Madrid.

También importante fue la llegada a Galicia de la multinacional india Motherson Sumi Systems, que se hizo con Reydel Automotive, con planta en Salceda de Caselas (antigua Visteon) tras un acuerdo con el fondo buitre Cerberus Capital Management.

Al igual que Izmar, Faurecia también protagonizó dos movimientos. La italiana Adler compró el 50% de Componentes de Vehículos de Galicia a la multinacional gala, una planta de Porriño cuya otra mitad pertenece a Copo. Aquel mismo año, 2021, la empresa continuó con su proceso de desinversión con la venta al fondo alemán Callista Private Equit de la fábrica Faurecia Interior Systems España. Hoy la planta continúa trabajando bajo el nombre Madera Fiber Technologies.

El último cambio antes del de Plastic Omnium de la semana pasada fue el de Maviva. La firma pasó a denominarse Serveo después de que Ferrovial vendiese sus servicios de infraestructuras en España al fondo Portobello Capital. La firma tiene tres plantas en Vigo y su área: Bouzas, Vincios y Porriño.

Tras estas operaciones del último lustro, se redujo todavía más la presencia de capital gallego en el sector. La venta de Viza a Magna deja a Copo, Marsan y Aludec como principales proveedoras que han logrado mantener el pulso en sus respectivos nichos de negocio.

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