Galicia anota el valor de la vivienda más alto en 10 años, con las hipotecas al alza

La comunidad, donde el metro cuadrado se tasa en 1.268 euros, registra un aumento del esfuerzo de los gallegos a la hora de pagar sus hogares: gastan casi el 25% de su salario

Edificio en construcción.

Edificio en construcción. / Carlos Pardellas

El bum de los tipos de interés amenaza con encarecer aún más las hipotecas este 2023, pero su impacto ya se notó a lo largo del pasado 2022, año en el que el esfuerzo de los gallegos para pagar los créditos vinculados a sus hogares aumentó a la par que lo hizo el valor de la vivienda, en su máximo de los últimos 10 años. Así se puede extraer de los datos más actualizados del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana –al que corresponde la propuesta y ejecución de la política del Gobierno en los ámbitos de acceso a la vivienda–, que dan cuenta de un valor tasado medio de vivienda libre que alcanzó los 1.268 euros por metro cuadrado en Galicia durante el tercer trimestre del 2022. Para irnos a niveles similares tendríamos que remontarnos a los 1.295 euros registrados en el segundo trimestre de 2012, entonces en pleno descenso tras el calamitoso ascenso que explotó con la burbuja inmobiliaria.

De aquellos 1.572 euros que se alcanzaron en el primer trimestre de 2008, récord de la serie histórica elaborada por el Gobierno, poco queda más que el mal recuerdo que dejaron unos tiempos en los que la quiebra de Lehman Brothers desinfló progresivamente el mercado. Entre ese valor y el actual todavía hay un buen camino, si bien es cierto que durante los últimos seis trimestres –de los que hay información disponible– el valor de la vivienda ha crecido en la comunidad autónoma, aumentando en más de 60 euros el metro cuadrado.

Con el incremento del valor, también lo ha hecho el de su precio y, en pleno contexto inflacionista, también el de las hipotecas: modalidad que, según el balance más reciente del Colegio de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y Bienes Muebles de España, nuevamente relativo al tercer trimestre de 2022, sigue siendo la más empleada en Galicia a la hora de adquirir una vivienda. El porcentaje de hipotecas constituidas sobre compraventas es del 72,1% en el territorio gallego, mayor que la media nacional.

De las mismas, casi ocho de cada diez fueron formalizadas a tipo fijo –posicionándose nuestra región como la segunda con mayor porcentaje sobre el total– y solo cuatro de cada 100 créditos hipotecarios no fueron concedidos por entidades bancarias. Y con la escalada del euríbor, acompañada de fuertes subidas que afectarán a millones de hogares en el continente europeo, es previsible que aumente el esfuerzo para hacer frente a las cuotas mensuales que tantos gallegos afrontan a la hora de pagar sus viviendas.

De hecho, ya lo ha hecho. En los últimos cuatro trimestres, el porcentaje del salario anual que los gallegos tienen que dedicar a pagar la cuota anual de un préstamo hipotecario medio ha ascendido del 22,5% al 24%, creciendo el gasto en vivienda hasta representar casi una cuarta parte de los ingresos de sus propietarios. Los datos, en este caso del Instituto Galego de Estadística (IGE) y también actualizados hasta el tercer trimestre de 2022, muestran además que el número de años de salario íntegro que un gallego tiene que dedicar a satisfacer sus obligaciones hipotecarias ha ascendido a 5,8 años.

Crece la exposición al riesgo

El repunte del esfuerzo financiero contrasta con la tendencia que se había instaurado durante las últimas décadas, en las que se ha ido reduciendo a raíz de las subidas salariales y la confección del estado de bienestar y una clase media más sólida. Y es que cabe recordar que, aunque en el pasado siglo el valor tasado medio de la vivienda libre era la mitad, llegando a ser inferior a los 600 euros por metro cuadrado en Galicia, los sueldos eran mucho más reducidos y el esfuerzo financiero alcanzó niveles superiores al 80%. De 1995 a 2022 el precio adquirible –el precio máximo que se puede permitir pagar el asalariado medio por una vivienda estándar para no dedicar más de un tercio de su nómina anual al pago del préstamo hipotecario– se multiplicó por cinco, de los 34.515 euros a los 175.839 euros.

A dichos incrementos se suma el de la exposición al riesgo, cuyo indicador empezó el pasado 2022 en 68 puntos y en el tercer trimestre de 2022 superaba los 72 puntos en la comunidad autónoma, aunque todavía lejos de la barrera de los 100, que supondría que los asalariados medios estarían “sobreexpuestos” a incurrir en “un riesgo financiero excesivo”. En vivienda nueva libre, el territorio gallego se posicionó el tercer trimestre de 2022 como el tercero donde se vendieron más metros cuadrados (122,6) por hogar, con una dilatada diferencia respecto a la media nacional (108,6).

  • 1. Las casas grandes “ganan terreno”

    En vivienda nueva libre, Galicia se posicionó como la tercera comunidad donde se vendieron más metros cuadrados (122,6) por hogar. Bastante lejos de la media nacional (108,6).

  • 2. El tipo fijo se impone al variable

    Dentro de las autonomías con mayor porcentaje de créditos hipotecarios formalizados a tipo de interés fijo durante el tercer trimestre de 2022 está la gallega (el 78,05%).

  • 3. Los bancos dan la mayoría de créditos

    En relación a la distribución del volumen de nuevo crédito hipotecario por tipo de entidad, son los bancos las entidades que más conceden en Galicia, en segunda posición (96,38%).

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