Una presea del naval vigués para dar voz a los mares

El mundo de fantasía creado por Michael Ende en La historia interminable alumbró una pléyade de personajes que se han tatuado en la memoria colectiva, ya sea a través del libro (de 1979) o de la adaptación cinematográfica de Wolfgang Petersen (1984). La Emperatriz, Atreyu, Bastian, Graógraman. Y, sobre todo, el entrañable dragón de la suerte Fújur, que en la película fue popularizado con el nombre de Falkor.

Fue este último prodigio de la imaginación de Ende el que sirvió de inspiración a Eric y Wendy Schmidt para bautizar su buque, el Falkor, el primer y único oceanográfico de carácter filantrópico en el mundo. Construido en 1981 por la alemana Orenstein & Koppel, sido el pulmón del Schmidt Ocean Institute en los últimos doce años.

Ahora ya tiene sustituto operativo, con ADN íntegramente vigués: la nueva insignia de esta organización, fundada por un exCEO de Google y su esposa, antes alta ejecutiva de titán tecnológico Sun Microsistems, se llama Falkor Too. Este domingo salió del muelle de trasatlánticos rumbo al puerto caribeño de San Juan, capital de Puerto Rico. Está prevista su llegada el 31 de este mes.

El barco fue originariamente concebido como un multipropósito submarino offshore para dar soporte a plataformas petrolíferas u oleoductos, y entregado en 2011 a la compañía noruega Rieber Shipping con el nombre Polar Queen. Era gemelo del Polar King, para la misma armadora, con 110 metros de eslora, 20 de manga y 7.238 toneladas GT (arqueo bruto o gross tonnage). Ambos tomaron forma en las gradas de Construcciones Navales Paulino Freire (Freire Shipyard), con la extensísima participación de auxiliares gallegas en su ejecución y dotación.

Pero, con la mediación de la Schmidt Ocean, el destino tenía una tarea más singular para el Polar Queen que el transporte de robots sumbarinos (remoted operated vehicles, ROV) o la asistencia a esas plataformas offshore: reemplazar al Falkor y, en palabras de Wendy Schmidt, “continuar el viaje interminable” de su organización. El multipropósito llegó a Vigo en abril de 2021 para ser sometido a trabajos integrales de reforma, también a cargo de Freire y del conjunto del naval de Vigo, con el objetivo de acondicionar al buque para su nueva encomienda. Y nació el Falkor Too. Como su predecesor, ya es el único oceanográfico a disposición de la comunidad científica internacional sin coste alguno.

En las entrañas del buque viaja el Subastian, un ROV con capacidad para sumergirse hasta los 4.500 metros de profundidad y que será el altavoz de las profundidades. Entre los nuevos compañeros de viaje del Falkor Too se han alistado ya los científicos de la National Geographic Society. “El océano es fundamental para la vida en este planeta –enfatizó el director ejecutivo del instituto, Jyotika Virmani– y, para comprenderlo y mantener su salud, necesitamos científicos expertos de todos los países”. Falkor Too tiene mucha tarea por delante, pero nunca navegará solo.

El oceanográfico del exdirector de Google ya está en Vigo para ser reconstruido por Freire

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