Ejercicio 2021

El gigante Airbnb tributa en España 286.000 euros al traspasar sus ingresos a Irlanda

La plataforma online de alquiler de pisos turísticos funciona en el mercado español sólo como una agencia de publicidad y el negocio como intermediario lo centraliza en su matriz europea

David Page

El gran negocio de Airbnb, el gigante mundial del alquiler turístico, no existe para la Agencia Tributaria española. La plataforma online cobra comisiones tanto a los dueños de los pisos turísticos como a los viajeros por hacer la intermediación del arrendamiento, pero esos ingresos millonarios por el cobro de esas comisiones que aquí se generan no se quedan en España, uno de los grandes mercados del grupo.

Airbnb, como hacen otros grandes grupos del comercio online o del sector tecnológico, centraliza todos esos ingresos por comisiones en su matriz central para Europa, con sede en Irlanda, un país que sigue ofreciendo ventajas fiscales para las multinacionales. De cara a la Hacienda española, el grupo sólo tiene una filial que se encarga de labores de marketing y publicidad tanto para su matriz irlandesa como para la corporación global, con sede en Estados Unidos.

El resultado de esta estrategia fiscal -que es plenamente legal- es que el pago de impuestos de Airbnb en España sea muy reducido pese al peso que el mercado español tiene en su negocio turístico. La filial española pagó el año pasado 286.337 euros en concepto de impuesto de sociedades en España, según las cuentas depositadas por la compañía en el Registro Mercantil. Un importe que se trata del efecto neto en sus resultados, porque la firma activó un crédito fiscal por 126.869 euros que cubrirá con las ganancias que prevé obtener en próximos ejercicios.

Desde su llegada a España a mediados de 2011 y hasta el cierre de 2021, la compañía ha abonado en concepto de impuesto de sociedades 1,15 millones de euros, y ha declarado un beneficio neto acumulado durante más de una década de 2,2 millones de euros exclusivamente por su actividad de soporte comercial para la corporación.

Agencia de publicidad

La filial española, Airbnb Marketing Services SL, con sede en Barcelona, no tiene a efectos fiscales ninguna actividad relacionada con el alquiler turístico y funciona como una mera agencia de publicidad. Los ingresos de la subsidiaria local se reducen a los servicios facturados a otras sociedades del grupo, los beneficios reconocidos son, pues reducidos y, con ello, también lo es el pago de impuesto de sociedades.

Según se recoge expresamente en la memoria de cuentas financieras, el objeto social de Airbnb Marketing Services “se limita a prestar servicios de marketing y de objetivos de mercado y por la presente es contratado por Airbnb Ireland UC para prestar dichos servicios”. De hecho, la filial española está catalogada con el código 7311 de la clasificación nacional de actividades económicas (CNAE), reservado para las agencias de publicidad.

“Airbnb cumple con todas las normativas fiscales a las que está sujeta y paga todos los impuestos aplicables en los lugares donde opera”, subrayan fuentes oficiales de la compañía a El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica. “Airbnb Marketing Services SL proporciona servicios de soporte comercial y de marketing y paga todos los impuestos aplicables en España. El modelo de Airbnb es único y permite que muchas personas obtengan ingresos adicionales, con un impacto directo en las economías familiares y locales”, esgrimen.

Tributan los dueños de los pisos

El argumento del grupo es que, aunque los ingresos de Airbnb vía comisiones se centralizan en otro país (hasta un máximo del 18% del importe del alquiler), el 82% restante que queda en manos de los dueños de los pisos turísticos sí tributa en España. “La inmensa mayoría de la actividad económica que se genera a través de la plataforma permanece en las comunidades locales a través de los ingresos que obtienen los anfitriones, y están sujetos a impuestos locales”.

En este sentido, desde Airbnb se insiste en que la compañía facilita información periódica a los anfitriones para ayudarles a pagar los impuestos a los que están obligados en España, que tiene habilitada la opción se descarta de todas las transacciones de los anfitriones para facilitar la fiscalidad, y que trabaja con organizaciones independientes para ayudar a los dueños de los pisos a comprender sus obligaciones fiscales.

Airbnb asegura que “trabaja en estrecha colaboración con las autoridades fiscales españolas y de la UE para ayudar a simplificar la fiscalidad a nivel europeo". El grupo ha mostrado su respaldo a la ampliación de la directiva comunitaria de cooperación fiscal entre países para incluir a las plataformas digitales (denominada DAC 7), para identificar mejor el negocio que tiene en cada país las plataformas mediante el intercambio de información. Y también apoya los planes de la OCDE de imponer un tipo mínimo del 15% del impuesto de sociedades a las multinacionales.