Las ventas de las microempresas bajaron cinco veces menos que entre las grandes en 2020

Si las casi 50.000 empresas de Galicia que están obligadas a depositar las cuentas en los Registros Mercantiles fueran una única corporación, su facturación rondaría los 89.700 millones de euros y el beneficio quedaría próximo a los 6.400 millones en 2020. Pero no lo son y hay muchas y grandes diferencias entre todas ellas ante el zarpazo de la pandemia, que, a diferencia de crisis anteriores, se caracterizó por la enorme diversidad del impacto. Las ventas crecieron en una veintena de sectores. En el resto bajaron, con algunos casos donde el verbo desplomar se queda corto. Pero incluso dentro de cada actividad, la evolución no fue la misma según el tamaño. Mientras el importe neto de la cifra de negocio de las medianas y grandes compañías –aquellas que superan los 10 millones de euros– retrocedió un 19,3%, las pymes facturaron un 6,4% menos y la caída en las microempresas se situó en el 3,8%, según el balance de la contabilidad de las sociedades mercantiles durante el primer año de crisis del COVID-19 publicado esta semana por el Instituto Galego de Estatística (IGE).

Según el tamaño

Estas últimas, las que no superan un volumen de ventas de 2 millones de euros, son mayoría de largo: 44.736. Cerraron 2020 con una facturación total de 12.050 millones de euros. Hay 2.978 empresas pequeñas (de 2 a 10 millones de cifra de negocio), que alcanzaron los 12.319 millones en ventas; y la facturación del resto –871 compañías– sumó 65.400 millones. “A pesar de representar el 92,3% de las sociedades mercantiles de Galicia, las microempresas aportaron el 13,4% del importe neto de la cifra de negocios en el año 2020”, señala el IGE, frente al 72,9% de las medianas y grandes. Pero en la variable de gastos de personal, la distancia entre ambas tipologías se acorta: las micro desembolsaron 3.713 millones en nóminas, alrededor de 2.500 las pequeñas y las medianas y grandes abonaron 6.216 millones.

Como ocurre con la facturación, la caída en salarios es directamente proporcional a la dimensión. Las de mayor tamaño dejan un recorte del 9,3%, un 7,2% las pequeñas y el 3,3% las microempresas. En total, los gastos de personal disminuyeron un 7,2%, hasta los 12.447 millones de euros, muy por debajo de la merma de la facturación (15,9%) y de las ganancias (72%).

Diferencias por sectores

¿En qué 20 sectores subieron las ventas? Entre los fabricantes de material eléctrico, con una demanda sin precedentes por el confinamiento, el alza fue del 93%. El negocio de las actividades inmobiliarias por cuenta de terceros aumentó el 45%; un 39% en actividades anexas al transporte y mensajería; el 25% en firmas jurídicas y de contabilidad; el 16% en auxiliares a otras empresas; por encima del 14% tanto en gestión de residuos como en lácteas; el 12% en minas y canteras; y más del 11% en la industria farmacéutica, la automoción y los fabricantes de piensos. El ascenso en la industria química y en las empresas de edición, cine, radio y televisión ronda el 8%.

De la misma manera que era fácil intuir las actividades menos afectadas por la tormenta del COVID-19, no parece complicado hacerse una idea de los sectores que se llevaron la peor parte. El importe de negocios de las agencias de viajes bajó casi un 83%, hasta los 48,8 millones de euros. La facturación de las consultorías de gestión y la llamada actividad de sedes centrales adelgazó un 56% y un 54% la cifra de los hoteles y hostales. Actividades artísticas, recreativas y ocio facturaron un 48% menos que en 2019; un 41% en el caso del transporte; y un 41% también en los bares y restaurantes. La caída en la industria de la confección se acercó al 40%.

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