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Almacenamiento

La regasificadora de Gijón entra en pruebas ante la inminente llegada de su primer barco

El tráfico de metaneros en El Musel, que tiene una una capacidad de almacenamiento de 300.000 metros cúbicos, comenzará a principios de enero

Los tanques de la regasificadora de El Musel, el pasado jueves, durante las pruebas de iluminación. Ángel González

Comienza la cuenta atrás. Enagás ha empezado a realizar las pruebas de las instalaciones de atraque y de los dos tanques de la regasificadora de El Musel, el puerto de Gijón, ante la próxima puesta en servicio de la planta el próximo mes de enero. En el marco de estas pruebas, se pudieron ver en la noche del pasado jueves, desde varios puntos de la ciudad, encendidas las luces de los dos tanques de almacenamiento de gas natural licuado, con una capacidad de almacenamiento conjunta de 300.000 metros cúbicos (equivalente a 174 millones de metros cúbicos de gas una vez regasificado). El menor volumen que ocupa el gas en estado líquido es lo que justifica que se transporte por mar en ese estado, para lo que hace falta bajar su temperatura a 160 grados bajo cero.

Las pruebas del buen funcionamiento de los equipos de una instalación de este tipo es algo habitual antes de su entrada en funcionamiento, más en un caso como este en el que la planta ha permanecido hibernada desde que acabó de construirse, a finales de 2012 con una inversión de 382 millones de euros. La puesta a punto es imprescindible. Aquel mismo año el Gobierno de Mariano Rajoy decidió hibernar la planta ante el exceso de capacidad de regasificación en España y un año después una sentencia judicial tras una denuncia de Equo obligó a repetir toda la tramitación administrativa, lo que motivaron que la planta permaneciera dormida hasta que ahora empieza a despertar.

En 2018, el Gobierno central levantó la moratoria que permitía proseguir con la tramitación administrativa de la planta gijonesa. Las previsiones antes de la invasión rusa de Ucrania eran que la misma se pusiera en servicio a lo largo de 2024. El estallido de la guerra y la necesidad de los países europeos de buscar proveedores de gas alternativos a Rusia aceleraron los planes y el primero de los dos tanques de almacenamiento de la regasificadora de El Musel entrará en servicio el próximo mes de enero, a principios de cuyo mes está previsto que llegue al puerto gijonés el primer buque metanero.

La finalidad de las instalaciones es la misma ahora que la que estaba prevista antes del inicio de la guerra; servir de punto intermedio de almacenamiento de gas natural licuado para su posterior reexportación a otros países. En la coyuntura actual, previsiblemente a países del norte de Europa. Si el primer tanque de la regasificadora estará operativo en enero, el segundo le seguirá unos meses después, previsiblemente antes de junio.

La inminente puesta en servicio de la regasificadora de El Musel es algo con lo que Enagás cuenta ya desde hace bastantes meses. De hecho, la compañía procedió el pasado mes de agosto a la selección de personal para sus instalaciones, en las que hasta ese momento tan sólo había 10 operarios. Si la entrada en funcionamiento de la regasificadora el próximo mes de enero como almacén logístico (no se va a bombear gas a la red estatal de gasoductos) va a ser una realidad, el volumen de actividad de la planta es aún una incógnita.

Con un atraque preparado para recibir metaneros de entre 65.000 y 260.000 metros cúbicos de capacidad, la planta tiene sobre el papel la capacidad teórica para cargar y descargar hasta 8.000 millones de metros cúbicos de gas. La capacidad de la planta se incrementará en cuanto Enagás acometa la inversión comprometida de otros 89,25 millones de euros para ampliar su actual pantalán de atraque de barcos y construir uno nuevo, lo que posibilitaría incluso el trasvase de gas licuado entre barcos sin pasar por los tanques de la regasificadora. En mes y medio, llegarán los buques.

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