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Capital Energy ajustará tamaño y lugar del parque marino al mapa final del Gobierno

Volanteiro se sitúa a 27,9 kilómetros de A Guarda y 60 de Cíes con un “nulo impacto visual” | La compañía prepara otro proyecto de 510 MW y 2.000 millones en A Coruña

Un parque eólico marino en aguas de Reino Unido Iberdrola

Como los otros cinco parques de eólica marina previstos en Galicia que se presentaron ya en el Ministerio para la Transición Ecológica, el proyecto Volanteiro de Capital Energy con el primer complejo offshore frente a la costa sur de la comunidad es, de momento, una declaración de intenciones.

Los promotores esbozan las principales características de la infraestructura y su entorno en un documento inicial con el que luego los técnicos de la administración determinan qué hay que analizar a fondo para tramitar la declaración de impacto medioambiental. Ninguno está oficialmente en tramitación. Entre otras fases previas, falta la aprobación definitiva de los Planes de ordenación del espacio marítimo (POEM) que marcarán las zonas aptas para el desarrollo de la tecnología flotante en el país y sacar a concurso público los lugares elegidos, como si fueran concesiones. Capital Energy, que lanzará otro parque idéntico de 2.000 millones de inversión en A Coruña (Breogán), asegura que el proyecto Volanteiro se diseñó, precisamente, “para poder adaptarlo a las capacidades que se subasten por parte del Gobierno”, dejando abierta la puerta a un ajuste tanto del tamaño como de la ubicación concreta dentro del espacio que los propios POEM priorizan en aguas pontevedresas.

Es el llamado polígono NOR-1, dentro la demarcación noratlántica que va de la frontera con Portugal al Golfo de Vizcaya. La superficie explotable en este punto en concreto asciende a casi 600 kilómetros cuadrados y se considera “zona de uso prioritario” para las energías renovables, por encima incluso de otras ubicaciones posibles en Galicia para las que se entregaron proyectos antes, por la menor afectación de los futuros parques al medio marino y al resto de actividades económicas, principalmente la pesca y el tráfico de barcos. “Nos hemos asegurado de elegir, dentro de la poligonal, el área con menos afección al medio marino y terrestre y que garantice la convivencia de las industrias”, aseguran fuentes de la compañía a FARO, “pese a que el recurso eólico es un poco más escaso que en las áreas del norte”.

El proyecto se confeccionó a partir del borrador de los POEM, el mapa de espacios naturales protegidos del propio Ministerio para la Transición Ecológica y “los caladeros delimitados por la industria pesquera de cada una de las áreas en las que radicarían”. El ámbito de estudio se amplió más allá de lo necesario “para poder acomodar futuras modificaciones necesarias” por la versión definitiva de los POEM “o de otras industrias coexistentes”. ¿Sería viable igualmente el parque con menos de los 510 megavatios (MW) previstos en 34 aerogeneradores? “Si la subasta es inferior, el proyecto se adaptaría en consecuencia y seguiría siendo viable”, aseguran los promotores. ¿Y el cambio de lugar? “La actual propuesta está al borde de las batimetrías asumibles para la tecnología flotante, pero sí se podría modificar levemente la posición de los aéreos y del parque en general mientras estemos dentro de unos parámetros”, añaden los responsables de Capital Energy, en referencia a las profundidades, las pendientes del lecho marino, la existencia de viento o la distancia a la costa.

El punto más cercano es A Guarda, a 27,9 kilómetros. Desde Cíes hay 40 kilómetros y, según la compañía, “el impacto visual es nulo” desde las islas. El documento inicial incluye una simulación desde ocho puntos (el faro de Cíes, el de Sálvora, Vigo, Baiona o A Guarda, entre ellos) con molinos de 143 metros de altura de buje (donde se une con las palas) y el parque no se ve.

En la documentación remitida al Gobierno se muestra también la disposición a colaborar con la pesca con el seguimiento de especies y de volúmenes de recurso. Capital Energy aspira a “una comunicación fluida” con el sector. “Nos acomodaremos a sus sugerencias siempre que sea posible –apunta–. Nuestro objetivo es mitigar al máximo posible cualquier afección y asegurar la total coexistencia de las industrias”.

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