La portuguesa Altri defiende que su proyecto para instalar en Palas de Rei (Lugo) la primera fábrica de fibras textiles de España, y segunda de Europa, debería ser merecedor de un Proyecto Estratégico para la Transformación y Recuperación Económica (Perte) específico dada la “importante” inversión que conlleva, aunque, tras mantener conversaciones con el Gobierno central, ha admitido que lo ve difícil. En todo caso, quedaría abierta la vía de “encajar” el proyecto en otros Pertes ligados a los fondos Next Generation, aunque dada la dimensión del mismo, supone “todo un reto”. Aún así, mantiene “la esperanza” y ha ratificado el calendario: espera tener información sobre la financiación antes de que acabe el año y, despejado ese panorama (la firma busca ayudas por más de 200 millones), en “un par de meses” se aprobaría el proyecto.

Según este cronograma, en la primera mitad del año 2023 podría quedar despejado el futuro del proyecto de Altri, que en la fase inicial supondría una inversión de más de 800 millones de euros y que aspira a generar 2.500 empleos, entre directos e indirectos. La compañía lusa también sondea la incorporación de socios locales. Y uno de los ya cerrados es Greenalia. Así lo ha ratificado el vicepresidente del comité ejecutivo de Altri, Carlos Van Zeller, en declaraciones a los medios en el marco de la I Xornada Divulgativa sobre o labor de Impulsa Galicia, sociedad en la que participan Xunta, Abanca, Sogama y Reganosa, y que, asentada en la colaboración público privada, aspira a captar inversiones y definir proyectos tractores para Galicia.

Ahora mismo, el foco en el que inciden los promotores está en beneficiarse de los fondos europeos. Y es que Van Zeller ha participado en una mesa coloquio en la que ha estado acompañado de la directora de Nuevos Negocios de Naturgy, Silvia Sanjoaquín, y de la directora del complejo industrial de Repsol en A Coruña, Natalia Barreiro; así como de la directora xeral de Impulsa, Enyd López. El directivo de Altri ha justificado “el retraso” en el avance del proyecto de la fábrica de fibras textiles en que se estudiaron numerosas posibilidades de ubicación, antes de elegir Palas de Rei; y también ha insistido en que “el punto crítico” está en conseguir fondos europeos.