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Las reclamaciones de los gallegos en Consumo por el gas se multiplican por 17

En electricidad crecen un 81% y el sector energético, con 25 quejas por día por precios y el atasco en las empresas para cambiar a tarifas más baratas, supera ya a las “telecos”

Las intensas lluvias de las últimas semanas en Galicia no acaban con toda la sed de los embalses, pero al menos sí alejan de momento otra vuelta de tuerca en las medidas de ahorro en los lugares más afectados por la sequía. En la cuenca hidrográfica de Galicia Costa están al 58,3%. Superan los niveles que había a estas alturas del pasado año, muy cerca ya de la media de la década. Algo que no sucede en la demarcación del Miño-Sil, donde las reservas alcanzan el 43%, según el balance del Ministerio para la Transición Ecológica con los datos del arranque de esta semana. Pasaron ocho meses desde la declaración de la prealerta en la comunidad por la falta de lluvias y, como suele suceder en largos periodos sin borrascas, tampoco el viento fue generoso. Un fenómeno extremo cada vez más frecuente por culpa del cambio climático que, paradójicamente, obligó a tirar de las fuentes más contaminantes para garantizar el suministro de electricidad a los hogares y las empresas. La principal tecnología del mix hasta septiembre fueron los ciclos combinados, que aportaron un 80% más que en el mismo periodo de 2021, en pleno acelerón de la cotización del gas por la brusca recuperación económica pospandemia y la invasión de Ucrania por parte de Rusia, el gran suministrador del combustible en Europa.

El precio de la electricidad acumula una bajada del 2,3% en lo que va de año tras la fortísima caída del 17% en octubre, fruto de la "excepción ibérica" que España y Portugal aplican para mitigar el encarecimiento del gas en el recibo doméstico. Precisamente, el coste del gas para el consumidor lleva dos meses sin cambios, según los datos de inflación del Instituto Nacional de Estadística (INE), pero la variación media del ejercicio se sitúa todavía en el 19,5%. El gran impacto que la crisis energética tiene para el bolsillo del ciudadano sirve de caldo de cultivo al tremendo repunte de las quejas de los consumidores, que se están encontrando con muchos problemas por parte de los operadores del sector para cambiarse a tarifas más económicas, especialmente en el caso de gas.

Hugo Barreiro

El Instituto Galego do Consumo e da Competencia recibió entre enero y septiembre 6.835 reclamaciones en materia de energía, 25 cada día, casi el triple que en el mismo periodo del pasado ejercicio (2.310). Del total, 3,865 están relacionadas con la electricidad, un 81% más (2.133); y cerca de 3.000 son quejas por el servicio de gas, que en 2021 representaron únicamente 177. Se han multiplicado por 17. No hay por el momento el detalle de las razones. “Por el momento no se están recibiendo muchas reclamaciones en relación con el cambio de tarifa de gas a regulada, aunque sí bastantes consultas”, apuntan desde la Vicepresidencia Primeira y Consellería de Economía.

Una regleta de enchufes eléctricos. Agencias

El ascenso en la electricidad y el gas coloca a la energía en cabeza de las reclamaciones a Consumo este año, superando incluso a las empresas de telecomunicaciones, que suman 4.052 quejas en el departamento autonómico, un 9% más que entre enero y septiembre de 2021. Turismo y ocio rozan el millar tras una destacada subida del 30%. Las reclamaciones en el resto de sectores bajan. En automoción hay un 8% menos (744); un 21% de descenso en servicios financieros (491); el 42% en salud y estética (462); y el 47% de recorte en textil y confección (460). Por establecimientos de alimentación se pusieron 332, lo que representa un retroceso del 46%; en enseñanza disminuyeron 2l% (275); el 16% en transportes (16%); y las quejas ligadas a electrónica, aparatos eléctricos y ópticos mermaron casi el 69% (56).

"Estamos más descontentos que nunca con el precio de la electricidad o del gas natural"

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El último Panel de Hogares de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) con la radiografía del segundo trimestre del año ya avanzó un aumento “considerable”, como el propio organismo remarca, del descontento de los consumidores con la energía. El 24,4% de las familias encuestados se mostraron poco o nada satisfechas con su servicio de electricidad, frente al 15,3% del segundo trimestre de 2021. El rechazo en el gas pasó del 11,7% al 19,4%.

“Estamos más descontentos que nunca con el precio de la electricidad o del gas natural –apunta la CNMC desde su blog–, pero, en cambio, reclamamos menos que sobre otros servicios cuyo precio nos parece más razonable”. De hecho, la carestía es el principal motivo de descontento en la electricidad (92%) y el gas (90%), aunque la falta de claridad en las facturas y en los precios también sobresalen con el 50% y el 44%, respectivamente.

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