La feria de Navalia en 2018 fue el escenario para la presentación de un barco revolucionario en el naval vigués. Si bien son al menos una docena las embarcaciones de tipo dron (o un USV, siglas en inglés para “vehículo de superficie no tripulado”) en las que participan firmas de Vigo y su área, el primero en entrar en servicio fue el Vendaval, en Ceuta. En aquel evento, FARO adelantó la construcción de una unidad ideada por Navantia y fabricada por la firma moañesa Aister Aluminium Shipyard. Ahora, tras los buenos resultados y los avances tecnológicos desarrollados desde entonces, la sociedad formada por el astillero de la ría de Vigo y la empresa pública está dando a luz a una segunda unidad. Con este barco, Aister suma ya una cartera de pedidos formada por 12 embarcaciones.
La factoría moañesa está cortando chapa para el nuevo USV, que será bautizado como Poniente. La embarcación tendrá 10 metros de eslora y, a diferencia de aquella primera unidad, contará con un diseño más moderno y motores intraborda. El trabajo con Navantia es estrecho, toda vez que la fabricación del casco debe estar lista para la integración de todos los equipos (mucho más avanzados y optimizados que los incorporados en el Vendaval) que convertirán la unidad en un dron.
La entrega será a comienzos del próximo año y está previsto que las pruebas se realicen en los astilleros de Navantia en San Fernando, Cádiz. Junto a ello, la empresa pública también estaría trabajando en otra unidad de menor tamaño. Según el medio especializado Infodefensa, su nombre en este caso sería Levante.
Pedidos
Con este singular pedido, Aister se encuentra en estos momentos construyendo un total de 12 embarcaciones, todas en aluminio. Además del dron, el astillero de Moaña, está fabricando un total de seis patrulleras, además de haber entregado una recientemente para Ibiza. Se trata de las dos interceptoras adjudicadas por la Guardia Civil (que adjudicó otro lote a Rodman Polyships) y las cuatro que encargó la Junta de Andalucía para la inspección pesquera. Las primeras tienen uns 18 metros y serán capaces de llegar a los 60 nudos; las segundas tendrán casi 11,38 metros y llegarán a los 40 nudos.
Junto a ello, la firma sigue explotando el acuerdo de colaboración al que llegó con la firma noruega GMV (Grovfjord Mek. Verksted), el astillero más al norte del mundo. Tras concretar un primer encargo para la fabricación de un barco eléctrico que se dedicará a la acuicultura de salmón, Aister añadió también un catamarán de 38 metros de eslora para el transporte de trabajadores para la industria de la eólica offshore.
Los otros tres barcos en los que trabaja Aister y que completan su cartera de pedidos actual son tres pelícanos, embarcaciones de puerto que se dedican a la recogida de residuos. En concreto, serán unidades híbridas, de 13 metros de eslora y que trabajarán en aguas de Baleares, tal y como comunicó la empresa durante la última edición de Navalia.