Todos los indicadores conocidos hasta ahora confirman la teoría que el turismo manejaba para la campaña de verano de este año. Ni la empinadísima escalada de la inflación amargaría a muchos las primeras vacaciones sin restricciones desde la llegada del COVID-19. A Galicia vinieron 2,3 millones de visitantes entre julio y septiembre, un 15% más que en la temporada estival de 2021, y las estancias en hoteles, apartamentos, casas rurales y cámpines subieron el 9,5%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). El balance de Exceltur revela que la comunidad lideró el incremento de la facturación: 11,7% por encima de los niveles precoronavirus. “La demanda de viajes permanecerá resiliente en los últimos meses de 2022 frente al adverso contexto macroeconómico como consecuencia de la casa completa vuelta a la normalidad en la movilidad y por dos factores que aunque atenuándose, siguen vigentes: el tirón de la demanda embalsada y el ahorro acumulado durante la pandemia”, prevé la organización que reúne a 35 de las mayores empresas de toda la cadena de valor del sector. Esas mismas razones se pueden extrapolar al dinamismo que demostraron también casi todos los demás sectores y la economía española en general, permitiendo así la suficiente recaudación fiscal para reducir el déficit a pesar de las cuantiosas medidas desplegadas para amortiguar el impacto de la subida de los precios en los hogares y las empresas.
Los ingresos de la Agencia Tributaria en Galicia superaron los 6.000 millones de euros entre enero y septiembre tras un alza del 14% en comparación con los mismos meses del ejercicio pasado. Son 736 millones de euros más, lo que deja una subida media al día de 2,7 millones. El avance en el conjunto del Estado ronda el 18% y un 17,1% en términos homogéneos, según el informe que acaba de publicar el organismo, que apunta a tres elementos “principalmente” en la fortísima recuperación de los grandes impuestos.
“En primer lugar, los ingresos por el IVA crecen un 19,6% como consecuencia de la mejora del gasto y del incremento de los precios”, señala, con un ascenso del Índice de precios al consumo (IPC) del 8,2% entre noviembre de 2021 y julio de 2022, “que es el periodo que comprende la recaudación del IVA hasta septiembre”. Las retenciones del trabajo “continuaron en septiembre creciendo a buen ritmo” y acumulan un aumento del 12,7% en el año “gracias a la creación de empleo, las subidas de salarios y pensiones y el incremento del tipo efectivo que esas subidas conllevan”. Por último, Hacienda destaca “los buenos resultados” de las cuotas diferenciales del IRPF y el Impuesto sobre Sociedades, tanto por el lado de los ingresos (31,6% entre ambas figuras, la mayoría a cargo del ejercicio 2021), como por las devoluciones realizadas, que se redujeron cerca del 12%.
La aportación al completo del IRPF en Galicia creció un 15,8%, hasta los 2.880 millones de euros, y un 18,1% en todo el país. En el caso de las grandes empresas, “la información económica que se deduce de las declaraciones indica que en septiembre se estabilizó el aumento del empleo (frente a la tendencia de desaceleración de los meses anteriores) y que el salario medio y el tipo efectivo aumentaron algo más”, afirma la Agencia Tributaria. Con la parte de las pymes incluida, las retenciones en el sector privado engordaron por encima del 13%. Las de las administraciones públicas siguen “la tónica de estabilidad”.
El IVA deja repuntes del 20% en la media estatal y la mitad, un 9,8%, en Galicia. No hay ingresos relevantes del Impuesto sobre Sociedades en septiembre, por lo que el comportamiento del gravamen aplicado a los beneficios de las empresas es “similar” al de agosto: 24,7% de incremento estatal y 35% en la comunidad.
Los Impuestos Especiales sí afloran la crisis energética. Traen apenas 58 millones en Galicia, un 24% menos, arrastrados por la contracción del consumo de electricidad; y aumentan únicamente un 3% en toda España. La evolución de estos ingresos “acusa el mal comportamiento del Impuesto Sobre Hidrocarburos”, que en septiembre se redujeron un 0,4%. “Los altos precios siguen siendo la causa de estos resultados”, detalla el organismo, “peores en el caso del consumo de gasóleo de automoción” con tres meses consecutivos de bajadas.
Además del Impuesto Especial sobre la Electricidad, el Gobierno rebajó el IVA del recibo y suprimió el tributo de las productoras. En total, las medidas para contener los precios de la luz se comieron 5.725 millones de los ingresos fiscales de este año y van 7.330 millones desde que entraron en vigor.
