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Galicia perdió cerca de 7.000 vacas desde 2021: una de cada cinco en las últimas diez semanas

La venta de ganado para aprovechar el mejor precio de la carne contribuye a la escasez de leche en España

Varias vacas descansando en una explotación localizada en Tomiño (Pontevedra). JOSÉ LORES

El sector lácteo ha sentido con fuerza el alza de los costes vinculados a las materias primas, que han visto cómo sus precios se mantenían in crescendo conforme pasaban los meses y la guerra de Ucrania relevaba a la pandemia del coronavirus. El aumento de los gastos –que en muchos casos tan siquiera eran cubiertos por los ingresos obtenidos con la venta de sus productos– se saldó con la dura instantánea que protagonizaron cientos de ganaderos por España, tirando leche en un acto simbólico como protesta ante un escenario completamente insostenible. Tras esa imagen, que llegaba en paralelo a las grandes manifestaciones organizadas por los transportistas y que desembocó en el histórico “20M Rural”, que llevó el campo español a la cosmopolita Madrid, se vienen sucediendo meses de incertidumbre que ahora concluyen con una situación del todo inhóspita. Hay escasez de leche. Producto de la inflación y la ausencia de beneficio al distribuirla, algunos profesionales han optado por llevar parte de su ganado al matadero –si no todo al verse forzados a cerrar sus explotaciones para hacer frente a las pérdidas– aprovechando los mayores precios que se pagaban por la carne. Desde enero de 2021 a la actualidad, Galicia ha perdido cerca de siete mil vacas.

Las cifras las ofrece Unións Agrarias y su secretario general, Roberto García, expone a FARO que si bien todavía “no han saltado las alarmas” el contexto no es el deseado. Tal como apunta, producir un litro de leche cuesta ahora un 40% más como consecuencia del aumento de los costes. El de la alimentación, que supone seis de cada diez euros de los gastos de las granjas, se ha impulsado con una subida del 30 % en los piensos desde enero a finales del pasado septiembre, mientras el del gasóleo (preciso para las diferentes máquinas con las que trabajan estos profesionales) ha ascendido un 86%. No son los únicos. Los gastos en electricidad, por poner otro ejemplo, se han elevado un 67% solo en lo que va de año.

A este complejo escenario se ha sumado a un precio de la leche poco atractivo para los ganaderos a la hora de vendérsela a la industria (en ocasiones con pérdidas): Galicia va recuperando poco a poco distancia respecto a la media española (0,462 frente a 0,476 euros por litro) pero sigue a la cola, junto a País Vasco (0,457 euros) e Islas Baleares (0,446 euros) como las regiones menos pagadas. En consecuencia, no son pocos los profesionales que en los últimos meses han sacrificado parte o la totalidad de su ganado para vender la carne. En su conjunto, desde enero de 2021 a la actualidad, Galicia perdió 6.668 vacas. De ellas, 1.403 (una de cada cinco) desaparecieron entre agosto y octubre del presente año. Es decir, en estas últimas diez semanas.

Al tener menos vacas, ahora comienza a haber una “guerra” por la leche, puesto que la demanda se impone a la oferta en un país que ya de por sí ofrece poco. Y es que España, como recuerda Roberto García, “produce una media de siete millones de toneladas de leche anualmente pero consume diez”. Del desabastecimiento y un mayor coste, nos “salva” únicamente Europa, que es excedentaria y satisface la leche que demandan los clientes españoles pero no produce nuestra economía. Y lo que es bueno para el consumidor ha sido condenatorio para las explotaciones nacionales y, especialmente las autonómicas, puesto que la fuerte competencia comunitaria, a la par que la crisis de precios, se ha saldado con el cierre de distintas explotaciones. De agosto de 2021 a agosto de 2022 son casi 400 solo en Galicia. La mitad del país.

En este contexto, si esta situación se mantiene, es previsible que la producción de leche siga descendiendo y, con ello, agravándose la escasez, que de momento no preocupa aunque sea “un fenómeno a analizar”. Si bien en los últimos años la tendencia ha sido que se produjese más leche en España (así se ha venido dando de 2018 a 2021) este 2022 está dejando variaciones porcentuales negativas que se hacen mayores según transcurren los meses. Si en enero de 2022 frente a enero de 2021 se ha producido un 3,94 % más, hasta agosto de 2021 se ha producido un 1,4% menos en comparación al mismo periodo de 2022. En contraposición a las vacas que pierde Galicia, la comunidad ha ganado más de 5.000 novillas de enero de 2021 a agosto de 2022. Y en total, a octubre de este año, en la autonomía hay 320.745 vacas: una por cada ocho gallegos.

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