Las auxiliares afectadas por la caída de Hijos de J. Barreras empiezan a ver la luz al final del túnel. Al menos, en parte. La jueza encargada del caso ha ordenado liberar la mitad de los fondos que estaban consignados en una cuenta bancaria a la espera de la resolución de la disputa judicial del astillero con la naviera noruega Havila para pagar parte de la deuda acumulada con estas empresas. La decisión, de forma extraordinaria, fue recusada por parte de los abogados de la empresa que en su día encargó dos cruceros a la atarazana viguesa, aunque sin éxito.
El pasado julio, el Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales, situado en Londres, acogió el inicio del juicio entre Havila Kystruten e Hijos de J. Barreras. La naviera demandó a la aseguradora Abarca –después, en una contrademanda, hizo lo propio contra el astillero vigués– por el fiasco en el contrato de aquellos dos cruceros, cuyos casos quedaron a medio construir y abandonados en julio de 2019. La chatarra está ahora siendo desguazada por parte de Astilleros Armón, nuevo dueño de las instalaciones, mientras que los barcos los construyó finalmente el astillero turco Tersan.
En concreto, y tal como publicó este medio, Havila exigía a Barreras una compensación de 36,8 millones, además de 10 millones por barco más intereses. Barreras, por su parte, reclamó una indemnización por 10 millones a la armadora, a la que acusa de haber incumplido su plan de pagos y, en definitiva, de empujarla al preconcurso de acreedores.
El resultado de este proceso sigue siendo clave para las auxiliares que, una vez más (como ya pasó con Vulcano), se vieron atrapadas en la caída de un astillero. El dinero adeudado quedó consignado en una cuenta bancaria a la espera de la resolución, sin embargo, la jueza, a petición de la propia industria auxiliar, ya ha emitido un auto en el que, de forma extraordinaria, autoriza liberar la mitad de lo adeudado, que asciende a un total de 9,87 millones de euros. Así, las firmas percibirán unos 4,9 millones, un soplo de aire para muchas, ya que en algunos casos todavía están ahogadas por la deuda. Por parte de Havila, sus representantes legales presentaron un recurso, pero finalmente no prosperó.
