Victor Grifols Roura abandona la presidencia de la compañía. La farmacéutica Grifols ha nombrado a Steven F. Mayer como nuevo presidente ejecutivo. El nombramiento ha obligado a la modificación del reglamento interno del consejo de administración, que permitirá desde ahora que "el cargo de presidente podrá ser ostentado por un consejero ejecutivo, en cuyo caso su designación requerirá el voto favorable de los dos tercios de los miembros del consejo de administración", según comunicación a la CNMV. Víctor Grífols Roura, que ha dedicado más de 50 años a conformar la actual Grifols a través de diferentes puestos de responsabilidad, incluido el de CEO durante 30 años, ha sido nombrado presidente de honor en reconocimiento a sus contribuciones, si bien seguirá siendo miembro del consejo de administración de Grifols en calidad de consejero dominical.

Steven F. Mayer, antiguo codirector de Cerberus Global Private Equity y presidente del comité de inversiones de Cerberus Capital Management, ha sido más de 10 años consejero independiente de Grifols. "Estos cambios evidencian, una vez más, el total compromiso del consejo de administración con los objetivos estratégicos, la excelencia operativa y el desapalancamiento", informa la empresa mediante un comunicado. Reducir la deuda en momentos de subida de tipos requiere un experto financiero al frente de la compañía.

Tras 21 años en el cargo, Victor Grifols Roura deja al laboratorio catalán en una etapa necesitada de retos y obligada a disipar dudas sobre su futuro, tanto dentro como fuera de la empresa. En cualquier caso, Grifols es líder mundial en el área de hemoderivados, con presencia en todos los continentes, y una de las firmas más infravaloradas del 'parquet', según la mayoría de los analistas. Pese a ello es un momento delicado desde un punto de vista bursátil y es necesario nutrir al mercado de buenas noticias que mitiguen las tendencias generales. Para ello, Steven F. Mayer asume el cargo en esa transición vital desde ser empresa familiar a la profesionalización de la máxima responsabilidad, pese a que la implicación de los Grifols se mantendrá como hasta ahora.

El perfil financiero del nuevo presidente causa cierto temor interno ante la posibilidad de que la búsqueda de revalorización bursátil se haga mediante la tradicional vía de ajustes de plantilla. La empresa se ha depreciado más de un 45% en bolsa y aunque los analistas siempre le otorgan confianza y recorrido potencial al alza, esta revalorización se está haciendo esperar más de lo esperado. El nuevo presidente trabajará de la mano con los consejeros delegados, Víctor Grífols Deu y Raimon Grifols Roura, pero su elección permite acometer cualquier decisión minimizando cualquier erosión al papel de la familia en la compañía.