Bimba y Lola acaba de regresar al céntrico Paseo de Gracia de Barcelona. Fue un viaje de ida y vuelta. Ya estaba presente allí hasta principios del año pasado y ahora se ha mudado de los locales de un boulevard a pie de calle. A pesar de los vaivenes de la economía, la compañía viguesa sigue adelante con el plan de expansión que tantas buenas noticias está dando de momento a las cuentas. La facturación medró un 6,5% durante el primer semestre de su ejercicio fiscal, entre el 1 de marzo y el 31 de agosto, gracias al fuerte crecimiento del negocio fuera de España.

Los responsables de la enseña hablan de una evolución “excelente” de las ventas internacionales, que crecieron un 34% a pesar del contexto de elevada inflación en todo el mundo. Bimba y Lola opera ahora mismo en 45 países tras el desembarco en Tailandia, Argentina y China, donde firmó un acuerdo con Grupo ImagineX, el principal grupo de distribución y gestión de marcas de moda en Asia y filial de The Lane Crawford Joyce Group, para abrir hasta 30 puntos de venta en 15 grandes ciudades del país a lo largo de 2022 y los próximos cuatro años.

El negocio exterior aporta cerca del 50% de la facturación. Las ventas en tiendas físicas aumentaron un 14%, mientras que el online “moderó su contribución” hasta representar el 17% de los ingresos. Bimba y Lola asegura, además, que sigue adelante con los trabajos de su nueva sede en Vigo y el centro logístico de Mos.